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Lucía: "Me dio rabia el fallo de sonido de "Abrázame" por ser mi favorita"

Lucía está muy feliz con su elección. En declaraciones a RTVE.es reconoce sentirse «muy bien» y no acabar de creérselo. «Aún estoy bajando de la nube«, reconoce justo en el momento en que sabe que empiezan varias semanas de trabajo duro antes de presentarse en Düsseldorf.

Lo de los incidentes de sonido en la preselección española parece ser una tradición de fuerte arraigo en nuestro país. Anoche hubo un fallo garrafal que pasó más desapercibido en casa que en los estudios de San Cugat. «Lo notaron aquí en plató«, cuenta Lucía, «se fue toda la música, pero fui siguiendo la canción mentalmente. Me dio un poco de rabia porque era mi canción preferida y no me dieron la oportunidad de cantarla otra vez«.

Lucía hubiera respetado la decisión de encomendarle la canción Que me quiten lo bailao si hubiera ganado por mayoría. El problema ha sido la decisión de Boris: «Habiendo un empate, me podrían haber tenido un poco más en cuenta a mí. Soy yo la que voy a estar defendiendo la canción y tengo que estar convencida de ella, pero mira, las cosas vienen así«. La sucesora de Daniel Diges dice que defenderá la canción «a morir«, derrochando toda su fuerza para que España vuelva a los lugares de cabeza en Eurovisión.

OPINIÓN DE LA PRENSA ESPAÑOLA

Horas después de la selección eurovisiva están apareciendo las primeras reacciones a la gala de preselección española y a la designación de Lucía Pérez. Reproducimos a continuación algunos de esos comentarios.

LA RAZÓN: «GESTMUSIC Y TVE SE PERDIERON A LA HORA DE ESCOGER LAS CANCIONES Y EL VESTUARIO DE LA GALA»

Lo de menos era el cantante, el problema radicaba en las canciones. Si las nueve finalistas sonaban así después de pasar por chapa y pintura, cómo serían las 1.200 aspirantes que se quedaron detrás. Los tres finalistas demostraron en las anteriores fases que se adaptaban a cualquier tema con olor de alcanfor eurovisivo, pero enfrentarse a los temas de anoche resultaba una tarea suicida. Si Gestmusic y TVE echaron el resto en la selección de personal, se perdieron por el camino a la hora de escoger la canción y el vestuario de la gala.

Con tanto compositor de nombre impronunciable por canción –hasta seis para «Diamonds»-, no es de extrañar que los autores no se pusieran de acuerdo en elaborar una letra con una profundidad y una rima que vaya más allá de «Eos, una reina sin más, sin rodeos». O que la melodía del estribillo de «Abrázame» fuera un calco con descaro de «Blanco y negro», que Malú ha colado en todas las listas de ventas y descargas. Y eso por no hablar de las coletillas en inglés en temas como «Diamonds» y «C’est la vie!». Que no, que La Década Prodigiosa ya coló un resultón «made in Spain» en el festival de 1988 y se volvió con una mano delante y otra detrás. Dos de los temas de los preadolescentes de Auryn sonaban a «Viva la gente», pero sin el gancho de «la hay donde quiera que vas», con «lalala» incluido.

Por si fuera poco, Anne Igartiburu dio pie a Blue, representantes británicos en Eurovisión, y dejaron a los yogurines españoles con pocas ganas de volver al escenario. Y a la vasca con una sonrisa tonta, que nada tiene que ver con el gesto que el año pasado se le quedó cuando John Cobra dedicó peinetas e insultos varios al respetable. «Queremos una canción así», explotó en ese momento un espontáneo, después de haber sufrido en directo las nueve cancioncillas.

Si la calidad era cuestionable, más lo era cómo se adaptaban al tono de los participantes. Así, a Melissa –un clon de la Miss España de buen año María Jesús Ruiz– la instaron a gritar a lo Chayo Mohedano, y eso que la muchacha sabe modular su voz. Auryn no cuadraban ningún canon, tampoco los bajos. Por lo menos con ellos el equipo de estilismo se empeñó en que ora parecieran colegiales, ora macarras, ora chandaleros. No es de extrañar que al final de una de las canciones hicieran un pase más propio de un desfile de Francis Montesinos. Porque con las otras dos finalistas más bien parecían empeñados en que se convirtieran en imagen de la cadena multimarca china «Mulaya». En fin, o mucho se esmeran en los arreglos y puesta en escena de «Que me quiten lo bailao» y su «ouououo» o este año el «Spain, twelve points» no se escuchará ni de los vecinos portugueses. Y eso que ellos son fieles. Bien lo sabe Uribarri, que no tendrá el «honor» de cantar los votos que reciba Lucía Pérez.

(Fuente: larazon.es/J. Beltrán)

Jonathan dice:

Ahora la razon sabe de eurovison o q??? en fin… no dire nada

elnur8 dice:

será la razón, pero no dice nada del otro mundo
esto es una vergüenza

Javima92 dice:

los de la razon son idiotas y ya esta. sin comentarios
vaya prensa….que tenemos….aver si lo hacen ellos mejor

calladitos estais mejorrrrrrrrr