Kate Ryan: Una estrella que se estrelló
Corre el año 2006, y mientras en España se pasa directamente del Bloody Mary al Whisky con Cola para intentar olvidar, en Bélgica corren ríos de euforia por la elección de una estrella internacional para ser la representante del país en Atenas. Nadie podía imaginar en ese momento que los ríos al final serían de lágrimas, porque aunque ella no se cansaba de cantar que nos adoraba, Europa no la adoró a ella. Esta semana Kate Ryan nos enseña sus estilizadas piernecitas en nuestra sección.
LA REINA DE LA PISTA DE BAILE
Kate nunca ha sido una rubia tonta, empezando por haber tenido la genial idea de buscarse un nombre artístico tan pegadizo y no intentar la fama con el suyo, Katrien Verbeeck que no es que suene mal, pero no hay color. Ya de muy pequeñita comenzó a cantar y a los 16 años formó parte del grupo Pop/Rock Melt sin llegar a tener mucha repercusión, por lo que nuestra pequeña cantora decidió volar en solitario obteniendo su primer éxito en toda Europa central con el tema Scream for more, que aunque aparece un torero en el video musical, aquí en España no sonó mucho (o yo soy muy poco moderna y no me suena de nada).
El lanzamiento definitivo de la compatriota de Tintín, le llega en 2002 con la canción Désenchantée, que muy al contrario de lo que significa el título, la dejó más que encantada obteniendo #1 y top ten en muchos países europeos. El disco Différent, donde se incluyó esta canción, llegó a vender cerca de un millón de copias.
El éxito fue tan inesperado que ni ella misma se lo creía por eso sólo podía decirle a las amigas que la llamaban para felicitarle “que fuerte tía, que fuerte” y como una cosa lleva a la otra, así decidió titular su segundo álbum, Stronger (que todo el mundo sabe que significa fuerte en español, y es que ella será belga, pero domina como nadie la lengua…..inglesa, la lengua inglesa) que se editó en 2004, con temas como Only if I, The promise you made y Goodbye.
Ya en 2006, lanza su tercer álbum de título Alive, que sigue en la línea de nombres más que apropiados para ella, ya que este se editó tras su participación en el festival, por lo que quería dejar muy claro que a pesar de estar muerta para Eurovisión, ella seguía vivita y coleando e incluso incluyo en él, la canción representante de Bélgica (ole la Kate, eso sí que es coger el toro por los cuernos). Además de este tema, podemos encontrar otros como Alive y All For You.Como este álbum no obtuvo el éxito que ella esperaba, decidió irse de viaje, y de viaje, y de viaje, y tanto viajó que decidió hacer una versión del famoso tema Voyage Voyage, de Desireless con el que obtuvo un exitazo rotundo.
Como es evidente que ella es más lista que el hambre a pesar de lo que pueda indicar su rubia melena, se dio cuenta de que versionar a cantantes francesas podría ser todo un filón para ella, y como además tenía clavada la espinita eurovisiva, no se le ocurre otra cosa a la muchacha que hacer otra versión, esta vez de la archiconocida para todo eurofan Frances Gall, concretamente del tema Ella Elle I’a, que se convirtió automáticamente en otro exitazo para ella, lanzándola a las primeros puestos en la mayoría de los países europeos, incluso al #1 en España.
Tan contenta quedó con el resultado, que volvió a repetir, y hace otra versión de la dulce Frances, esta vez de las canciones Babacar y Evidemment incluidos en el disco French Connection, que digo yo que Frances Gall estará temblando pensando en qué momento la rubia esta de bote le va a versionar el Poupée de Cire, Poupée de son y la va a dejar sin su mayor éxito, porque todo lo que toca Kate lo convierte en oro, por eso aún no se explican en el país del Benelux, donde metió la mano antes de cantar en eurovisión.
Ya por último, en 2011 saca el que hasta ahora es su último álbum Electroshock del que lanzó el sencillo Broken que llegó al #9 en las listas españolas.
ILUSIONES ROTAS
Porque otra cosa no, pero ese año 2006 ilusión era lo que le sobraba a los belgas cuando tras una de las preselecciones más larga que se recuerdan en el país, fue elegida la rubia Kate como la representante para devolver a Bélgica a la final, pero todo se quedó en un fiasco monumental.
Y es que Kate a pesar de su nombre, no fue elegida a dedo y se atrevió a pasar por toda una serie de cuartos, semifinales y final, hasta obtener su pasaporte a Atenas. Ya me gustaría a mí que lo mismo hubieran hecho los llamados artistas consagrados españoles, que a día de hoy son literalmente obligados a ir al festival, pero claro, ya he dicho que Kate es valiente.
La canción elegida fue Je t’adore, una canción que a prior no debería haber tenido ningún problema para pasar a la final, y no sólo por la interprete, sino porque la canción no estaba nada mal, y tenía muchísimas posibilidades de obtener un buen puesto. Pero nadie, ni yo mismo, contaban con la desastrosa interpretación y realización que se hizo del tema.
Kate acostumbrada a tocar el cielo, tocó el infierno, y desde mi punto de vista puede ser por varios motivos. Puede ser porque ella no cantó nada bien, porque parecía perdida en el escenario, puede ser por tanta luz de neón barata de los micrófonos, puede ser por la leyenda urbana de los cristales de Swaroski de los que estaba repletito el vestido naranja mandarina que llevaba y que no le sentaba del todo bien y que según parece en lugar de quemar donó para una causa benéfica ( lastima me da la que lo comprará ), puede ser porque por momentos parecía que las coristas estaban un poco afónicas, no sé, yo tengo mi propia teoría, y es que según mi humilde opinión, Kate no pasó por culpa de los horribles zapatos de la tipa de la green room que se coló en su actuación en el momento de los efectos pirotécnicos y es que no se puede llevar unos zapatos más feos a una semifinal de eurovisión, bonita, una cosa es ir cómoda y otra cosa eso. Total Un desastre de actuación más mediocre que gloriosa. Kate, darling, suerte la próxima vez.
DE GIRA POR EUROPA
Actualmente, la rubia reina de la pista, sigue con una exitosa gira que le está llevando por varios países europeos incluida España. Al mismo tiempo prepara su nuevo álbum de estudio del que ya ha seleccionado 8 temas, y esperemos que entre ellas no esté ninguna de Frances Gall
Bélgica toco por unos meses la gloria para luego caer en el más absoluto de los desengaños eurovisivos, y es que si algo demuestra la presencia de Kate Ryan en el festival es que no debemos ilusionarnos con un intérprete y una canción hasta que este no actúe en directo porque el caso de Kate no será el primero, pero tampoco el último.