Al Bano y Romina: Una vida no siempre llena de Felicitá
1982, Los Mundiales de Fútbol vuelven a poner a España en el mapa tras más de 40 años de mediocridad y oscuridad una pareja muy bien avenida no deja de sonar en la radio con la canción Felicitá, un himno al amor, la familia, la convivencia en pareja y al matrimonio católico apostólico de la cual más de uno en el colegio recordará las versiones B que se hicieron del tema y que no os vamos a recordar. Al Bano y Romina en ¿Qué hace una chica como tu en un sitio como este?
Italia es sin duda uno de los países que hace historia en Eurovisión por gran cantidad de motivos, como pueden ser sus canciones que son de las más conocidas para el público español, sus intérpretes que son de los más famosos que han pisado un escenario eurovisivo, sus idas y venidas del festival por los malos resultados obtenidos, y por un regreso tras 13 años de pataleta totalmente exitoso y con una calidad fuera de dudas.
Por eso, era de recibo que uno de sus dúos más conocidos fueran los protagonistas de esta semana ( no, no es Raffaella Carrá y su golpe de melena rubia ), un dúo que además participó no una, sino dos veces en el festival, hablo ni más ni menos que de esa pareja que a priori parecía perfecta y luego no lo fueron tanto…el siempre sonriente Al Bano Carresi y su mucho más tranquila esposa Romina Power (lo de su apellido sí que es ironía, porque no se recuerda a la muchacha precisamente por su poder y energía en el escenario).
UNA CARRERA TRUNCADA
Larga y dilatada es la carrera de estos dos intérpretes tanto en solitario como una vez que el amor llegó a sus vidas, mucho más la de él que la de ella, y no por lo que muchos de vosotros pensáis, me refiero a que tiene que pasarse más de la mitad del día peinándose esa larga melena sino porque él es unos añitos mayor que ella.
Al Bano, cuyo nombre como todos habréis deducido es un homenaje al país vecino de Italia porque su padre combatió en esas tierras, tiene que darle gracias a dios porque este guerrero hombre no luchara en Mongolia, en Uganda o Angola por ejemplo. Comenzó su carrera musical con sólo doce años cuando escribió su primera canción. En 1966 participa en el Festival de la Rosa, obteniendo su primer #1 en 1967 con Nel sole, canción con la que no sólo consiguió vender 1.300.000 copias, sino que gracias a la película que posteriormente se hizo del single conoció a la princesa de rubios cabellos con la que se casó en 1970. Aunque su mayor éxito en España llegó en 1969 con La Aurora.
Romina por su parte también empezó jovencita en el mundo de la farándula a sus tiernos 14 años ya trabaja como actriz y cantante, grabando Quando gli angeli cambiano le piume. Pero, casualidades de la vida, es también en 1969 cuando es conocida en España con la canción Acqua di mare.
Una vez que se dieron el sí quiero, su carrera musical no hizo más que incrementarse con temas inolvidables y por todos recordados, muchos ellos interpretados en las varias veces que han participado en el Festival de San Remo, como cualquier artista italiano que se precie, quien no ha pisado San Remo, no es nadie en el país transalpino. En sus cinco participaciones han conseguido una victoria, un segundo lugar y dos terceros puestos entre 1982 y 1989, que no es nada.
De esta etapa de su vida salieron joyas como Sharazan (1981), Felicitá (1982) #2 en Sanremo , Ci sará (1984) con la que ganaron el San Remo de ese año y Libertá (1987).
Todo en su vida iba viento en popa y a toda vela, parecían una parejita idílica, con una familia de revista, una carrera fabulosa, él seguía con su sonrisa eterna y ella con su magnífica y kilométrica melena que seguía lacia y que seguía peinándose durante la mayor parte del día, pero como suele ocurrir a los humanos, tras un período de buena suerte, ocurre una desgracia que cambia el rumbo de una vida.
Nunca se pudieron imaginar nuestro querido matrimonio el gran trauma que se les vino encima, ni más ni menos, que la aparición repentina en sus vidas de la gran reportera y dicharachera Lidia Lozano, reconocida mundialmente por ser la persona que tras la rana Gustavo tiene una mayor credibilidad periodística. Y todo ello porque desgraciadamente y de forma misteriosa su hija Ylenia, la mayor de todos sus retoños, desapareció misteriosamente en las calles de Nueva Orleans, se desvaneció para todo el mundo, menos por supuesto para nuestra intrépida reportera, y fue el motivo que produjo la separación de la pareja (no la Lidia, aunque es un motivo de peso, sino lo de la desaparición) tanto musical como personalmente.
Tras esto, ambos intérpretes empezaron sus carreras en solitario, mientras Al Bano siguió dedicado al mundo de la música, sacando varios discos en años posteriores, la querida Romina se dedicó a la pintura y a la interpretación.
UNA DOBLE EXPERIENCIA EUROVISIVA QUE LES SUPO A POCO
La primera vez que nuestros tortolitos representaron a Italia en Eurovisión fue en el festival del 76 celebrado en La Haya, con la canción, muy poco afortunada por cierto, titulada We`ll live it all again. Tanto la elección de los intérpretes, como el tema fueron a través de una elección interna. Una canción donde ella parecía cantar en inglés vistiendo su traje de novia y él se desgañitaba en italiano con un traje un tanto llamativo que esperemos que no fuera el que llevó a su enlace, a la par que se olvida de parte de la letra. Enteramente una actuación de fin de curso, donde la reina del baile canta con el friky gracioso, todo un esperpento. A pesar de todo esto, quedaron 7º y a Dios gracias.
En el segundo intento de conseguir el triunfo para Italia en Eurovisión, nuestro matrimonio preferido se desplazó hasta Göteborg en 1985 y no se les ocurre otra cosa que volver a interpretar una canción con título en inglés Magic, oh magic y es que está claro que algunos no aprenden ni a tiros. Como en la ocasión anterior, tanto el tema como el intérprete se eligieron de forma interna por la RAI. En esta actuación comienza cantando la malograda Ylenia con su traje de primera comunión demostrándose que es una tradición de familia el reutilizar vestidos de grandes eventos, y da paso a su madre, muchísimo más mona que en la primera ocasión con un traje dorado y su padre, mucho más discreto. Aún así, ella sigue haciendo como que canta y el sigue pegando voces a la italiana. Volvieron a quedar séptimos, aunque con más puntos que en la ocasión anterior.
UN REENCUENTRO INESPERADO
Actualmente Al Bano sigue dedicado al mundo de la música que compagina con una empresa vinícola heredada de su padre, con lo que por fin se descubre el secreto de su eterna sonrisa y es que se ve que le da al tinto mejor que nadie, así que si en una cena romántica con vuestras parejas os sirven un Don Carmelo de las bodegas Tenute Carrisi, ya sabéis que vas a pasar una velada Magic,oh magic y llena de Felicitá.
Romina, por su parte, tras dejar el pincel y la brocha gorda, ha vuelto a sacar un disco en 2012 que empezó en 1998 de nombre Da Lontano, por lo que nadie en este mundo puede decir que la muchacha se toma las cosas a la ligera.
Las últimas noticias que se tienen sobre la pareja es que volverán a actuar juntos, según declaraciones de Al Bano a la revista Chi, es decir, al Hola italiano. Harán un concierto en Moscú donde repasarán los principales éxitos de su carrera, según os contábamos en este artítculo de Olevisión
En toda la historia de Eurovisión, Italia siempre ha ocupado un lugar predominante a pesar de que los resultados obtenidos no hayan sido los esperados. Es un país al que año tras años esperamos con impaciencia, porque año tras año nos regalan una canción de una calidad indiscutible.