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Lo que Malmö esconde (II)

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Como ya anunciaran a principios de año, la SVT pretendía que toda la ciudad se engalanara para recibir al Festival de Eurovisión. Yo sigo pensando que las mejores sedes de Eurovisión son las ciudades pequeñas: más fáciles de recorrer, todo queda a mano, y el espíritu de Eurovisión se respira por todas partes: estaciones, aeropuertos, lugares públicos, mobiliario urbano, etc. Cierto es que el despliegue de Bakú no tenía nada que ver con Malmö, sin duda porque los azeríes organizaban por primera vez un gran evento y querían darlo todo. No he visto en mi vida una ciudad más «customizada» para Eurovisión que Bakú (¿Helsinki quizá?), pero Malmö también invirtió lo suyo: para muestra los letreros adhesivos como este que aparecían en varios idiomas en la estación de tren Malmo Centralen. La cuestión del aeropuerto no la tuvimos tan controlada este año porque llegamos a Copenhague, ciudad cuyo aeropuerto, Kastrup, está mucho mejor conectado que Sturup, el de Malmö. Gracias al tren del estrecho de Öresund, en un cuartito de hora nos plantamos en la capital de Escania.
Este año el transporte era principalmente en tren, ya que el servicio de shuttle era bastante irregular. Malmö tiene 3 paradas de tren: Hyllie, donde estaba el recinto Malmö Arena, Triangeln, que es donde vivíamos muchos de nosotros y Centralen que es donde estaba el Euroclub. Por ese motivo andábamos todo el día tren para arriba y tren para abajo. Los taxis eran bastante caros, pero alguna vez cogimos uno porque los trenes pasan de madrugada cada hora, y si lo perdías, pues no era plan.

El acceso desde la estación al Euroclub era fantástico. Unos arcos con luces, como si de la feria de abril se tratara y su famoso «alumbrado» nos dirigía desde la salida trasera de Centralen hasta el euroclub, un edificio enorme que tenía varias salas y que los primeros días sirvió como «centro de prensa». Yo tuve la suerte de llegar un día antes de que abriera el verdadero centro de prensa y me encontré un euroclub completamente diferente al que luego veríamos. Era más pequeño y con menos salas, y la señora Monetta estaba dando un concierto en toda regla. Me encanta que San Marino siga haciendo sus fiestas, se nota que tienen poderío. Este año no hubo queso y mortadela como en Düsseldorf, pero nos ivitaron a tres bebidas, que ya fue más que cualquier otra delegación porque, señores, la época de las fiestas de las delegaciones por doquier ha terminado. Israel y San Marino, dos países que curiosamente, no llegan a la final, son los únicos que nos agasajan. El resto de «fiestas» son conciertillos que dan en locales y que, por lo general, suelen ser bastante asépticos.

El tema de la fiesta de bienvenida ha estado muy bien organizado este año. Muy bien organizado con respecto a Dusseldorf, Oslo o Bakú. Los años de la comida en abundancia y la bebida por doquier pasaron a la historia. La mecánica era la siguiente. Los P nos íbamos a ver la alfombra roja por donde pasaban todos los cantantes, que estaba situada este año en la Ópera de Malmö. Allí había una pequeña recepción para los miembros de las delegaciones solo. Ausencia sonada la de Anouk, que directamente puso una excusa para no ir a aguantar el rollo del alcalde. Ella iba a Suecia a cantar. Sí, señor, con dos ovarios. Tras la alfombra roja, los P nos íbamos al euroclub donde nos invitaban a un buffé frío rico rico y una sola cerveza. No sabéis como son los suecos para el alcohol. Todo prohibidísimo. Ya os hablé en la anterior entrega de que el alcohol solo puede comprarse en los systemet. Menos mal que en Dinamarca son más permisivos… Total que ya veías a los españoles pasando dos veces por la cola para tomarse el mayor número de cervezas posible… Y es que la picaresca española es famosa ya en Eurovisión cada año.

Los cantantes que decidieron ir al euroclub tras la recepción tuvieron la oportunidad de fotografiarse con sus fans. Esto me pareció en especial buena idea. ¿Que quieres darte un baño de masas y promocionarte? Al euroclub. ¿Que pasas de fotos y de fans agobiantes? Al hotel. De este modo todos contentos. En el Euroclub tuvimos la oportunidad de ver a los cantantes de Israel, Ucrania, Georgia, Grecia, Azerbaiyán, España, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Islandia, Rumanía y Suiza. También pudimos ver a exganadoras como Bobbysocks (¡no se pierden una!) o Linda Martin.

Elisabeth Andreasson fue muy simpática como siempre. Nos dijo que una hija suya estaba estudiando en Sevilla. La verdad es que me extrañó porque su hija mayor es la que sale en el vídeo del 96, de la que estaba embarazada en el 94. O sea, que la niña con 19 años ya ha huido del hogar. Linda Martin será un amor, pero a mí me pareció muy seca. Le dije que le habíamos dedicado un número de Olevisión y ni se inmutó. Le dije que nos gustaría enviarle un ejemplar (que ya no hay, sería el mío) y me dijo: «vale, ya te daré la dirección». Mona, pues paso de darte mi revista.

En la fiesta de bienvenida nos hicimos muy amigos de los coristas de Dinamarca, que ya daban su victoria como algo hecho. Estaban todos muy borrachos: la rubia del coro era un amor y nos cantó Euphoria. Flipamos en colores. Le dijimos que el año que viene íbamos a componerle una canción para que fuera la anfitriona de Eurovisión 2014. Ella encantada, claro, con el pedo que llevaba… Los dos de los tambores iban finos también… Como sabéis la fiesta de bienvenida siempre es un poco más destroyer que todo lo demás.

En cuanto al resto de los cantantes que aparecieron, decir que Moran Mazor era muy cercana. Siempre estaba en el euroclub con sus coristas. El corista masculino es el hermano de Harel Skaat, que está empezando también en el mundo de la música y que parece ser del gremio, como su hermano. Fueron muy muy amables con nosotros. Moran iba siempre con sus vestidos llamativos, menos un día que la vi de paisano por la calle y casi ni me di cuenta de que era ella. Zlata es bajita pero muy grande. Solo tenía palabras de agradecimiento para nosotros. Iba guapísima siempre y yo creo que estaba un poco abrumada por todo, pero se hacía fotos con todo el mundo. Los cantantes de Grecia eran unos verdaderos gamberros, pero muy majetes, también encantados de fotografiarse. El azerí muy bajito pero muy sonriente, con un inglés muy rudimentario pero suficiente. Y sobre Raquel, Juan Luis y David, qué decir. A mí me cayeron fenomenal los tres. A Raquel le pedí el favor de mandarle un mensaje a mi sobrino, que es fan suyo, y lo hizo con todo el cariño. Con David mantuvimos una conversación acerca del resto de los cantantes, las canciones que le gustaban y la experiencia eurovisiva y me pareció un tipo muy interesante y con dos dedos de frente.

Otro de los días apareció por ahí Andreas Lundstedt, de Alcazar. Qué pena de hombre, se dedicaba a tirarle los tejos a todo lo que tenía paquete. El ídolo de mi juventud, la verdad, me pareció un poco lo peor. Pero vamos, que salió del euroclub con acompañante, así que supongo que se dio por satisfecho. Vi también a Alex Panayi, que no reconocí, es increíble lo que supone el paso de los años…

Cada noche en el euroclub había una actuación diferente. A las 0.00 salía Marie Serneholt (A-teens, MF 2009 y 2012, presentadora de MF 2011 y ex de nuestro querido Mans), cantaba su «Disconnect me» (¿por qué nunca cantó Salt & Pepper?) y daba paso al Schlager team que estaba compuesto por 3 coristas de MF, una mujer y dos hombres, que interpretaban grandes éxitos de Eurovisión en popurrí. Luego salía el artista en cuestión. Yo tuve la suerte de ver a Velvet y a las Timotej. La verdad es que para los amantes de la música sueca aquello era todo un privilegio… Por cierto, una anécdota graciosa sobre Marie Serneholt. Mis amigos griegos la vieron por el Euroclub y quisieron hacerse una foto con ella. Cuando terminaron le espetaron: «Oh, Belarus, Belarus, we love your song, we love Belarus»; a lo que ella respondió: «No, I’m not Belarus», y mis amigos extrañados gritaron: «Really, so who are you??», y ella aclaró: «Marie Serneholt!», a lo que mis amigos solo pudieron responder: «Who? Marie who???». Patético.

Por cierto que también pudimos ver por allí a Michael Rolinski, defenestrado en este MF 2013 de reportero para una televisión sueca. También tuve la oportunidad de saludar a Gina Dirawi, presentadora de MF 2012 y 2013 y que fue súper agradable. Gina es toda una estrella en Suecia. Empezó de bloguera y ahora tiene mucha fama como presentadora y colaboradora. Vestía un vaquero y un jersey, el pelo recogido y como es bastante bajita, daba la sensación de ser poca cosa, pero es una de las grandes. Los dias previos a la final estuvo en un set de la sala de prensa haciendo entrevistas a los cantantes.

Más en la tercera entrega de «Lo que Malmö esconde»