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¿Posiblemente el mejor ESC de mi vida? Posiblemente…

Antonio de Lamo

A pesar de que la posición de España desluciera un poco lo que hubiera sido la guinda del pastel, esta ha sido, posiblemente, el mejor de cuantos he vivido hasta el momento.

 La ciudad

Bakú que perfectamente se podría definir como la ciudad de la luz de Oriente Medio me ha sorprendido muy positivamente; una ciudad limpia, remozada, y perfectamente iluminada, con unos edificios extraordinarios, como las Flame Towers, El Centro de Gaydar Aliyev que es el centro cultural más moderno construido en Bakú (y que me encanta el nombre…), la Torre de la Doncella, o la National Flag Square.

Una ciudad que no da la espalda al Caspio, pero quizá, como diría miss AEV 2011, no aprovecha todo su potencial playero. En ella se mezcla la tradición con la vanguardia sin producir grandes estridencias, aunque quizá hay zonas tan perfectas que parecen Marian d’Or, Ciudad de vacaciones. Creo que esta ciudad se convertirá en un breve espacio de tiempo en una referencia turística en esta zona, a la altura de Abu Dabi o Dubái.

 La gente

Una ciudad que está poblada por bakuenses, porque aparte de todos los que hemos llenado sus calles por el festival, no parece que de momento tenga mucho turismo ni que sus habitantes estén acostumbrados a ver mucho turista, ya que nos miraban como los burros miran a los aviones, con asombro… Obviamente a algunas de nuestras amigas era para mirarlas,  porque ya conocemos todos los modelitos con los que nos deleitan algunas de nuestras eurovisivas favoritas: cómo no mencionar aquí los tops de la archiconocida “Hanofa”,… Pero no, el caso es que hasta un detalle casi sin importancia en Occidente como ir en pantalones cortos es motivo de hilaridad, si no de mofa, para los bakuenses. Había que ver las caras y las risas, por qué no decirlo, de cuantos bakuenses se cruzaban con los eurofans embutidos en sus pantalonetas, porque como supimos más tarde, en Azerbaiyán solo llevan pantalones cortos los niños y ver a un adulto con este tipo de atuendo, les choca  y mucho.

Por lo general el bakuense medio con el que nos hemos cruzado es amable, curioso y con una gran necesidad de conocer lo que nos parecía a los periodistas acreditados su ciudad, su país, sus gentes, etc. Era esta una pregunta recurrente  que nos hacían a todas horas y en cualquier circunstancia: ¿Te gusta Bakú?, ¿Te gusta Azerbaiyán? ¿Qué te parece la gente?

En cuanto a la indumentaria que llevaban, pues de todo y por su orden: desde el típico chándal con calcetines negros y chanclas, hasta el socorrido vaquero con camiseta más o menos limpia. Nada de color, por supuesto. En el mundo femenino se llevan mucho los estampados de rayas caóticas que les dan un aspecto entre choni de Alcorcón y testigas de Jehová.

Mi opinión personal, aunque compartida por muchos,  es que Alá no les ha llamado por el mundo de la estética, porque mención aparte merece el mundo de la cosmética y la peluquería: esos chicos con una sola ceja,  esos cortes de pelo que es que no hay por dónde cogerlos. En justicia hay que decir que ellas, por lo general, son más monas…. En resumen, yo la raza esta en sí ,no la trabajo para nada, pero de visita no están mal.

Sin embargo, no puedo dejar de comentar aquí la falta de libertades que hay en este país. No hay libertad de expresión, no hay libertad de prensa, todo está dirigido y controlado por el Estado y el llamado clan de los Aliyev y su presidente vitalicio que, según la BBC, es dueño de una propiedad en la Isla de la Palma de Dubái valorada en más de 40 millones de dólares.  Es un pueblo que ni tan siquiera tienen la posibilidad de elegir a sus representantes, una autoridad que no guarda respeto alguno por los derechos humanos y que asienta sus bases de poder en el oro, el petróleo, el gas y el caviar, productos todos ellos controlados y monopolizados por el clan Aliyev.

La organización

La organización en general, me ha parecido bastante buena, mejorable, pero bastante bien. Todo estaba a cargo de lo que nosotros conoceríamos como Comisaria del evento, presidenta de la Heydar Aliyev Fountation, Mehriban Aliyeva, que no era ni más ni menos que la primera dama, que entre nosotros, mas que primera dama parece la hija… pero no seré yo quien mente las edades, que aquí hay mucho que sumar…

Sabido es que en países como Azerbaiyán, Turquía, Ucrania, y a diferencia de Alemania, y probablemente Suecia, etc., se lo trabajan bastante más, porque les interesa dar a conocer sus países y que la gente que va a visitarles por Eurovisión a la vuelta hable maravillas de ellos, con la presumible y honorable intención de atraer turismo. En este caso hay que alabar la seguridad, el orden, los taxis oficiales, alquilados o comprados a Londres, los shuttles, etc..  He de decir que no me ha gustado casi nada el Euroclub. En primer lugar, la música. Solo había música eurovisiva a ráfagas, es decir, la intercalaban con música comercial, con conciertos de cantantes imagino que lugareños, etc. Las fiestas en el euroclub tampoco han brillado; la comida, regular, escasa; la bebida, gratis a ráfagas también, cobraban al que le veían cara de primo, o sea tú ibas y decías: “una cerveza”. Si se te ocurría preguntar cuánto costaba, te cobraban, pero si cogías las cervezas y punto, no. De todos modos, los días después de las semis, la bebida era gratis, así que hemos pasado de que nos pidan una pulserita para entrar, a beber las cervezas que quisiéramos. Hablando de cervezas, su estado natural era caliente. Por no hablar de los baños… pufffffff… Uno tenía que entrar con escafandra y, por supuesto, saber patinar para no caerte al suelo y terminar lleno de los líquidos sobrantes de los cuerpos de cientos de personas llegadas desde todos los confines de Europa.

En cuanto a la fiesta “Open air” de OGAE, se celebró allí donde Mahoma pegó las tres voces… cerca de Tiblisi, por lo menos. Para llegar desde el centro tuvimos que hacer un control de pasaportes tres veces…. Había que introducir la bebida de manera ilegal en la fiesta comprándola en la tienda de la esquina, por la mitad de precio y sobre todo fría y servida con mejor gana y más gracia que los camareros elegidos para el evento, que se conoce que eran todos de integración….

Los fans

Lo mejor de todo el viaje ha sido la gente, los eurofans, el buen rollo que ha habido con todos, los nacionales y los que no. Para mí personalmente han sido una revelación muchos de ellos. Solo mencionaré a algunos, porque si no se haría interminable el artículo: Lewis, Vicente, Manu, David, Javier, Joseba, Marco, Mario, Tony, Daniel, Alberto… Estos compañeros han pasado de conocidos que veía en determinados eventos a formar parte de mis amigos. Pero no puedo olvidar a los de siempre: Juanma, Dani, Josemi, Franci, etc… con quien he compartido muchas risas, muchos momentos eurovisivos, mucho alcohol, por qué no decirlo y, sobre todo, muy buen rollo. Desde luego lo he disfrutado como nunca y me va a costar acostumbrarme a estar un largo tiempo sin verlos… pero el ESC 2013 se acerca, así que ya estoy contando los días.

Los participantes

En cuanto a los participantes, creo que ha sido uno de los mejores festivales de la historia. La calidad en casi todos los casos ha sido extraordinaria y en el caso de España ha sido, bajo mi punto de vista, excepcional, tanto por el compositor, miembro de nuestra asociación y habitual de los podcast de miss AEV 2011; excepcional por los coros, magníficos (Rebeca Rods, Mey Green, Sheila Blanco, Antonio Tomás Sepúlveda y Miguel Antelo) y, por supuesto, excepcional por Pastora, que lo bordó. Me emocionó tanto en la final como en las ruedas de prensa, como en el trato personal. Ojalá fuera esta la tónica de las siguientes representaciones de España.

Un puesto 10 desde luego es un buen puesto para España, por lo menos para lo que estamos a acostumbrados. Es verdad que el fenómeno bubles que se vive en el mundo eurofan distorsiona la realidad y te hace ver cosas que no son, te quita perspectiva y a veces te modifica opiniones e incluso te condiciona para opinar. A todo el mundo le gusta opinar y muchas veces sentando cátedra, y en este caso nos han hecho ver que España podía ganar, cuando todos sabíamos que era muy difícil, y que un top 10 cuando llegamos a Bakú hubiera sido un puestazo. Sin embargo, como se crean expectativas, esa victoria, porque es lo que ha sido para España, queda muy descafeinada y nos sabe a poco.

Conclusión

Por todos estos motivos, valorando las cosas positivas que he vivido en Bakú y, por supuesto, teniendo en cuenta también las negativas, estoy en condiciones de afirmar que el ESC 2012 en Bakú, Azerbaiyán ha sido el mejor de los festivales que yo he vivido hasta el momento.

Jacques dice:

Me superencanta la anécdota de los pantalones cortos. Yo ya me había fijado que aquí en España los musulmanes van con pantalón largo aunque estemos a 48 grados a la sombra. Ellos se pierden las bermudas, los piratas y demás shorts.

Respecto al 10º lugar es un puestazo, de verdad. Quedar por delante de Moldavia, Rumanía, Grecia, Ucrania o Bosnia tiene muchísimo mérito… Hace años que aprendí que tenemos que quitarnos el triunfalismo que nos meten por los ojos.