Lo que nos venden los medios

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Ayer noche, como ya informábamos, RTVE descalificaba las candidaturas de Pop Star Queen, Chimo Bayo, Kejío y Juan Losada de la carrera por Eurovisión ya que incumplían las normas de la UER. Las reacciones no se han hecho esperar.  En plena emisión de Gran Hermano, un gran letrero anunciaba la «expulsión» de Karmele de «Eurovisión». Poco después, la periodista Mercedes Milà expresaba su malestar por la descalificación de Pop Star Queen: «Me dicen que han echado a Karmele de Eurovisión. Desde aquí todo mi apoyo». La página de Telecinco abre hoy haciéndose eco de esta noticia, en lugar de sacar en portada al expulsado de Gran Hermano, como cada viernes.

Tanto desconocimiento del Festival nos abruma. Que una periodista de prestigio diga que «han echado a Karmele de Eurovisión» demuestra que no tiene ni «pajolera» idea de lo que está hablando. Creemos que es bueno apoyarse entre compañeros, pero la Sra. Milá y el resto de la gente inteligente de este país sabrá que hay unas normas, y que se deben cumplir. Contra el incumplimento de las normas, en cualquier aspecto, tolerancia cero.

Pero, ¿qué es lo que en realidad pretenden con esto? Está claro: boicotear, influir en el público, continuar con su circo, seguir aumentando su audiencia. Como ahora no se puede votar en la página de RTVE por Karmele, Telecinco pide que se vote en su web, y así de paso, se apuntan ellos las visitas. Telecinco además titula: «Manifiesto por la democracia eurovisiva». Estimados señores de Telecinco: somos conscientes de que ustedes estarían encantados de ser la televisión titular del Festival, y tal vez esta rabieta se deba a ese mismo hecho. Eurovisión no es una democracia. Eurovisión es un concurso musical, con sus normas de obligado cumplimiento. El que TVE abra el proceso de selección a todo el mundo, independientemente de que tenga o no una carrera musical, ya es suficiente democracia. TVE debería tener un filtro, como lo tienen otras televisiones, para impedir que se cuelen personajes que pretenden reventar el concurso y obtener relevancia pasajera. TVE tendría que saber que esto es un Festival de la Canción, en el que participan cantantes, que además de no tener una vida fácil por lo que tienen que luchar para hacerse un hueco en el panorama musical, ahora tienen que luchar contra el intrusismo de individuos con plataformas de apoyo muy numerosas.

Karmele declara que está «completamente hundida». Esto es un gran titular para ablandar los corazones de aquellos que hayan seguido el periplo de esta periodista del corazón. Sin embargo, ella ya había declarado que sabía que en la gala la iban a «tumbar». ¿A qué viene tanta desazón ahora? También declara que «no se puede jugar con los votos de las personas», a lo que habría que replicarle que tampoco se puede jugar con las normas de un festival que cumple 55 ediciones, que une a toda Europa y que es una de las manifestaciones culturales y musicales vivas de mayor raigambre entre los europeos.

Aquí no termina todo. Algunos de nuestros socios enviaron ayer mensajes tanto a la web de Telecinco como a la de la propia Karmele Marchante expresando su alegría por la eliminación, ya que ésta supone dejar paso a artistas que están labrándose una carrera musical. Pues bien, esos mensajes fueron censurados y no aparecen en dichas webs. ¿Dónde está aquí la democracia?

¿Qué nos quieren vender los medios? ¿Todo vale por la audiencia? ¿Es posible que en este país la gente se trague todo lo que le dicen, soliviantada por sufridos personajes que se ganan la vida atacándose entre sí? ¿Cuándo lograremos que TVE se desmarque de esta guerra de audiencias y nos ofrezca una preselección de calidad a la altura del panorama musical español?