Así se desprestigia la imagen de Eurovisión en España

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Llevamos un par de meses sintiendo caer la sombra alargada un ciprés llamado Karmele Marchante y los más agoreros tememos que pueda reavivarse el efecto Chikilicuatre de 2008. Por hordas de personas dispuestas a votar por SMS o internet para reírse durante tres minutos en una noche del mes de mayo, no será. Karmele, bonita, ¿por qué no te callas?

La veterana periodista (que cumplirá 66 años en enero) pretende adoptar como nombre de guerra Pop Star Queen, después que en el mes de septiembre se le ocurriera la “brillante idea” de ir a Eurovisión. Hace poco ha reconocido en el programa Sálvame, donde colabora, que lo de ir al festival “comenzó como una chifladura mía” pero hoy lunes se presentarán las tres canciones que la Marchante pretende defender para que en su programa se preseleccione una.

Según vertele.com, la cadena Telecinco le ha dado todo su apoyo para que acuda a representar a España en Eurovisión. El hecho de que tenga un contrato firmado con la que fue “cadena amiga” no sería un obstáculo para presentarse a una preselección organizada por TVE. Todo esto nos recuerda claramente al apoyo que La Sexta dio en su día a Buenafuente y cía.

¿TVE se resistirá a tan tentadora oferta de Telecinco? Estas cosas llaman mucho la atención del público general, que disfruta viendo los rasgados de vestiduras que los propios eurofans se hacen cuando algún energúmeno que no tiene nada que ver con la música amenaza con mandar su mp3 a TVE. Y para muestra, un botón: Chikilicuatre consiguió la segunda mejor audiencia de la década de los 00. Es por ello que a TVE le saldría redonda la jugada: mandamos a Eurovisión a un producto facturado por otra cadena, que la propia emisora se encargará de promocionar sin que TVE suelte un duro. A cambio, el último sábado de mayo de 2010 el ente público tendrá una audiencia multimillonaria que eclipsará lo que programe cualquier otra cadena en el país.

Ahora bien, ¿sería posible repetir la jugada de 2008 con una freak llamada Karmele Marchante? Todo parece indicar que no. Primero porque entre el director general de TVE (Javier Pons) y la productora para la que trabajaba el actor que daba vida a Rodolfo Chikilicuatre, El Terrat, hubo no hace muchos años un vínculo laboral y Pons estuvo dispuesto en todo momento a facilitarle el camino a sus antiguos compañeros de fatigas. No estaríamos tan seguros de que Pons tenga amistades en Telecinco para reeditar ese pacto.

Tampoco lo favorecería las críticas que recibiera en 2008 y lo harto que acabó David Fernández de su personaje, a quien mató cuando regresó de Belgrado, sin explotarlo durante el verano de 2008, como hubiera cabido esperar. Pons ya se cuidó de hacer una preselección en la que tomaran parte cantantes profesionales, que por su falta de audiencia se convirtió en un fiasco. Raro sería que jugara la carta del frikismo permitiendo que Karmele se presentara a la preselección.

Otro aspecto que le dificultará las cosas a la Marchante es que a partir de enero TVE no emitirá publicidad, por lo que se convertirá realmente en un servicio público y no dependerá tanto de los audímetros. Además, estará más justificado que nunca que el presidente de la corporación de RTVE tenga que ir al Congreso a dar cuenta de su gestión y es más que probable que lo tenga que hacer si quien representa a España es Karmele Marchante o algún allegado.

Y a todo esto, no olvidemos que la propia UER ha habilitado un sistema de votación que deja fuera de la competición a los cantantes que etiquetaríamos como freakies: en 2009 ni República Checa, ni Serbia, ni Letonia llegaron a la final. Es de esperar que la bofetada que se llevaría la Marchante por parte del jurado fuera de aúpa.

Por todo ello, ¿quién sale ganando con todo este circo de Karmele? Sin duda, el espacio Sálvame, que tiene que salvar su audiencia diaria, aunque sea con culebrones como este que atraen la atención de los espectadores y hasta de las webs especializadas en Eurovisión. Y todo esto, a costa de ensuciar y desprestigiar la imagen del Festival de Eurovisión en España. Después de esto, ¿alguien espera que Alejandro Sanz declare que le gustaría presentar una composición suya al Festival de Eurovisión? Gracias a memeces como la de Chikilicuatre o la de Karmele Marchante, el españolito de a pie piensa que Eurovisión es una cantera de freakies en la que compiten por ver quien hace la tontería más grande.