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Donde dije “digo”, digo Trinca

A La Trinca les debemos la idea del programa Operación Triunfo, que sirvió para elegir a tres de los representantes españoles que mejores resultados han obtenido en la era del televoto. Pero el trío de Canet de Mar no siempre estuvo del lado del Festival de Eurovisión. Pincha en “Read More” y podrás leer que relación tuvo este popular trío musical con nuestro concurso.

La Trinca fue un popular trío musical catalán entre 1969 y 1989. Durante dos décadas editaron 38 discos LP en catalán que gozaron de un enorme seguimiento popular, amén de contar con su propio programa en TV3, No passa res. En vista de su éxito en las tierras de habla catalana decidieron grabar varias de sus canciones en castellano, editando tres discos que gozaron de un enorme éxito en el resto del país. Llegaron a presentar su propio programa en TVE y nos dieron la bienvenida a 1990 con el programa especial de Nochevieja.

En mayo de 2007 Sony editaba un pack de cuatro CDs y un DVD con lo mejor de La Trinca, coincidiendo con el 20º aniversario de la aparición de su último LP, Marro! (1987). Curiosa ha sido la relación de La Trinca con Eurovisión. Saltaron a la fama en 1970 cantando en catalán música de fiesta con toques humorísticos y en 1972 grabaron un disco con los coros de las Hermanas Ross, que habían acompañado a Jaime Morey a Edimburgo precisamente aquel año. Otro nexo de unión de La Trinca con Eurovisión fue la canción Puja a l’avió (Sube al avión, 1986), que reproduce unas notas del Volare de Domenico Modugno.

Su programa Tariro, tariro (1988) se convirtió en un show en el que semanalmente entrevistaron a una figura del momento en nuestro país y el espacio terminaba con una actuación conjunta. He aquí la actuación que La Trinca hizo con Massiel cuando la Tanqueta de Leganitos les visitó.

En 1983 La Trinca decide cantar, además, en castellano. Se hicieron habituales en TVE, gracias sobre todo a sus continuas apariciones en el programa Un, dos, tres. Fue en 1985 cuando Josep Maria Mainat, el de gafas, declaró a El País que «No entra en nuestros planes ni a corto ni a medio plazo participar en el Festival de Eurovisión (…) Aunque, mira, si nos dejaran cantar lo que quisiéramos y como quisiéramos… a lo mejor hasta iríamos para reírnos un rato«. Esto demostraba que no les hubiera importado ir a Eurovisión con sus divertidos disparates musicales, pero el festival levantaba más odios que pasiones en la sociedad española de los años 80.

Mainat consideraba que nuestro festival «es como otro cualquiera, pero en España, tradicionalmente, se buscaba a través de él la exaltación patriótica, y eso le ha dado aquí una dimensión distinta; era como un asunto de Estado. Pero, claro, eso no es culpa del festival. Los demás países se lo han tomado siempre de otra manera y le han dado mucha menos importancia». Tal vez esa relación franquismo-Eurovisión era lo que enturbiaba la percepción que la Trinca tenía del evento europeo.

El componente de La Trinca consideraba «muy acertado y democrático» que en 1985 se retransmitiera el Festival de Eurovisión por la Segunda Cadena, el odio hacia todo lo que oliera a Eurovisión llegaba hasta ese extremo. Además valoraba el acontecimiento como «un montaje comercial en el que es bastante improbable que aparezca algo que revolucione el mundo de la música” (¡cielos!) “El hecho de que se trate de canciones que deben gustar al oírlas por primera vez, no ayuda precisamente a la realización de grandes composiciones«, señalaba Mainat, que concluía diciendo que «La verdad es que esto del Festival de Eurovisión nos importa un pito«.

La Trinca abandonó definitivamente los escenarios en 1990, mientras al mismo tiempo comenzaba su carrera en la producción de programas. Las televisiones privadas se fueron consolidando en España y programas con el sello de La Trinca, estabilizándose en las parrillas de programación: No te rías que es peor, La parodia nacional, Moros y cristianos, Crónicas marcianas y un largo etcétera. En 2001 idearon un nuevo formato llamado Operación Triunfo, que fue rechazado por Antena 3 y Tele5. TVE compró los derechos y le sumó el componente de Eurovisión para enganchar a la audiencia.

Aquel programa sirvió para seleccionar al representante español en Eurovisión 2002 y fue todo un fenómeno sociológico que llenó primeras páginas de periódicos, algo sin precedentes en la historia de la televisión en España. Además, generó una venta importantísima de CD en plena crisis del sector. Curiosamente, tras decir que Eurovisión les importaba un pito más de 15 años antes, La Trinca tuvo que tragarse sus palabras al estar detrás del renacimiento del certamen en España. La edición de 2002 obtuvo una audiencia media de más de 7.000.000 de espectadores. No entraremos a valorar la idoneidad del programa para seleccionar al representante español, pero lo cierto es que las tres veces que TVE optó por este método, obtuvo plaza en el Top 10.

Josep Maria Mainat contaba en 2002 que OT era una mezcla de géneros muy estudiada que pretendía darle protagonismo a la música y que el germen de la idea se encontraba en Gran Hermano, aunque “perfeccionado”. «Gran Hermano tiene, en el fondo, un contenido cruel donde el público inteviene a saco, se desahoga eliminando a gente, rompiendo parejas, fastidiando…«, reflexionaba Mainat ante estudiantes de la Universitat Pompeu Fabra. «Con los mismos elementos, queríamos hacer algo más positivo«, añadió, ya que la imagen de concursantes sentados sin hacer nada y «sin vender nada» era insuficiente en todos los sentidos.

La idea de OT nació en el 2000 y unía dos géneros marca de la casa para Gestmusic: programas musicales y reallity game. «La fórmula ideada por Endemol que dio paso a ‘Gran Hermano’ nos gustó desde el principio -explicó Mainat-, pero estaba claro que teníamos que llenarla de contenido. Pensamos entonces en hacer algo al estilo de la serie ‘Fama’, con una academia de verdad y con un propósito final: crear carreras musicales«.

OT aportó el concepto no de eliminar, sino de salvar. “Hemos potenciado el compañerismo y la imagen de ‘buenos chicos’«, dijo Mainat. A la fórmula ejemplarizante de «utilidad» se le añadió el elemento musical, un formato que Gestmusic siempre ha defendido, «mientras mucho pensaban que la música en la tele no funcionaba«.

Cada semana el concursante trabajaba sobre una canción. El público, durante los ensayos, «ha sufrido» con él y, sobre todo, apuntó Mainat, «no ha dejado de escuchar el tema a lo largo de los siete días. “Nunca una canción se ha oído tanto«. La venta de los CD a bajo precio no es el único secreto del éxito comercial. Editar sólo el 80% de la demanda «para que pareciera que las ediciones escaseaban» y generar nerviosismo han sido factores clave. «Todo estaba muy calculado.»

En la foto, Josep Maria Mainat, Álvaro de la Riva (director de TVE en 2002), Nina, Bustamante, Rosa, David Bisbal, Toni Cruz y Carlos Lozano. La imagen pertenece a la rueda de prensa que siguió a la gala final de OT-1, que tuvo lugar el lunes 11 de febrero de 2002.

Jacques dice:

La Trinca anterior a Gestmusic sí que tenía sentido del espectáculo. ¿Os acordáis del «Hombre de las tres piernas»? Esa puesta en escena, en época de televoto, podría haber impactado.