Time to party!
Mientras esperamos a que llegue el momento de la primera semifinal en Belgrado, los fans desplazados a esta ciudad hemos disfrutado de las fiestas que se suceden en diferentes puntos de la ciudad. Ayer pudimos elegir entre Bulgaria, Malta y Bielorrusia en el euroclub, Islandia en el Puerto y Portugal en un lugar perdido de esta tenebrosa ciudad. Si queréis saber más, read more.
Como no tenemos el don de la ubicuidad y no podemos estar en dos sitios a la vez, decidimos decantarnos por Islandia primero y Portugal después. Este año están haciendo fiesta países que nunca imaginábamos que podrían hacerla, como estos dos últimos, así que decidimos acudir a ellas por la novedad.
La fiesta islandesa era en un pub muy chic del puerto de Belgrado. En general, es una ciudad muy sucia, con muchísima contaminación y sin ningún encanto. Suceden cosas que veíamos en España en los años 50 y los lugares de moda son bastante cutres. Sin embargo, el pub Magacin era un oasis de glamour en Belgrado. Nada más entrar nos daban el CD y una copa con un líquido azul. Sabía a champán. El embajador de Islandia y el canciller fueron los anfitriones que presentaron a Euroband ante los exclusivos invitados (sin invitación no se entraba). Fridrik y Regina dieron un mini-concierto en el que versionaron canciones de Eurovisión de manera más o menos acertada. Tenemos la sensación de que ellos son bastante agradables (sobre todo Regina), pero son totalmente intocables. Fridrik parece un poco estirado, pero bueno. Como podéis observar en la foto de cabecera, el derroche de publicidad de la delegación islandesa es patente.
Decidimos ir pronto a Portugal, a ver si pillábamos algo más de comida que en Islandia. Después de recorrer media ciudad, nos dimos cuenta de que estábamos completamente perdidos. Un belgradense, al ver que estábamos acreditados, nos preguntó si sabíamos dónde era la fiesta. Pues estamos apañados: si un lugareño desconoce por completo dónde está el restaurante, no lo vamos a encontrar en la vida. Un par de llamadas a nuestros contactos y enseguida llegamos al sitio, en una calle oscura de esta tétrica ciudad. Llegamos justo en el momento en el que se acabó la comida y la bebida, aunque coincidió con el momento en el que empezó el espectáculo. Primero, los coristas cantaron cada uno una bella canción portuguesa de Eurovisión. La rubia cantó «Conquistador», la negrita bajita cantó «Ele e ella», la calva (no la de AEV, sino la del coro) cantó «Chamar a Musica», el del pelo rizado interpretó «Depois do adeus» y el enorme cantó «Deixa-me sonhar». Por fin, Vânia cantó «Lusitana Paixao» y estuvo MA-RA-VI-LLO-SA. Ella canta muchísimo mejor que el coro, por lo que entendemos que les venciera a todos en Operaçao Triunfo. Después, la gran sorpresa. Las Beauty Queens, coristas de Marija Serifovic en Helsinki, acompañaron a Vânia en la versión serbia de «Senhora do mar» (también lo hicieron bastante mejor que el coro) y luego interpretaron su tema del Beovizija «Zavet», maravillosa canción que debería haber ganado la preselección.
Nos quedamos poco en la fiesta portuguesa. Tras el espectáculo, sin comida y bebida, ¿qué hacíamos allí? La camarera era una chica súper extraña que servía lo que le daba la gana. Tú querías un vino y ella te daba un zumo de tomate; buscabas una cerveza y te daba una coca-cola. Ella, a su bolita… Así que decidimos recogernos pronto. He aquí una foto de Vânia con alguna de las Beauty Queens durante su actuación.
Seguiremos informando. El nerviosismo se siente en el ambiente por la semifinal de hoy. ¡Feliz noche eurovisiva a todos!