Karina, 40 años de "Pasaporte a Dublín"
La penúltima protagonista de Pasaporte a Dublín fue Karina, gran estrella en la España de hace 40 años. Su programa, que cumple hoy cuatro décadas, estuvo dedicado a las Canciones Infantiles.
Nacida en Jaén el 4 de diciembre de 1945, comenzó en el mundo del espectáculo como Maribel Llaudes. Cuenta que desde pequeña le hacían cantar en casa y que su primera oportunidad llegó cuando un amigo la animó a tomar parte en un concurso de La Voz de Madrid patrocinado por Flan Chino Mandarín. Todavía como Maribel Llaudes tomó parte en el Festival de Benidorm 1961 con el tema No preguntes por qué y en la edición de 1962 con Amor y lluvia. También por aquel entonces colaboró con Los Pekenikes, conjunto instrumental en el que estaba integrado Tony Luz, con quien contraería matrimonio en 1973 tras diez años de noviazgo.
Su consagración como artista no llegaría hasta 1965 cuando se puso el nombre artístico de Karina y grabó una versión en castellano de la eurovisiva Poupéé de cire. Ese mismo año participa en el II Festival Internacional de la canción de Palma de Mallorca con Me lo dijo Pérez.
Su rostro se hace cada vez más popular a partir de su participación en el show de TVE Escala en HI-FI, espectáculo en el que intervienen actores y cantantes interpretando los éxitos del momento. A finales de los 60 fueron llegando temas inolvidables como Romeo y Julieta, La fiesta o Las flechas del amor.
Karina rodó tres películas: Los chicos del PREU (1967), La chica de los anuncios (1968) y La máquina de hacer pop (1969).
Cuando fue seleccionada para Pasaporte a Dublín era una figura popularísima en España y se la señalaba como segura ganadora, a lo que ella respondía “En este momento absolutamente nadie sabe quien va a ir al Festival de Eurovisión, para quien será ese ‘Pasaporte a Dublín’ que anda en juego. Se bien que ni los desconocidos miembros del jurado lo saben. Ni siquiera el notario, que controla sus votaciones. Yo quizá podría adivinarlo si el elegido lo fuera por votación popular. O acaso podría hacerlo si conociese los nombres y los gustos de los jurados”.
En el programa dedicado a los Festivales Internacionales de la Canción se registró una protesta de los concursantes hacia Karina porque el decorado que le habían preparado para interpretar El amor es azul estaba repleto de motivos eurovisivos. Karina declaró: “Me dolía que mis compañeros de programa se sintieran molestos conmigo. Aunque hubo algunas cositas sin importancia, los diez hemos quedado tan amigos”.
Karina fue acusada de utilizar técnicas de estudio para mejorar la calidad de su voz. A este respecto, un lector de la revista Tele-Radio escribía: “La voz de Karina suena distinta a la de los demás participantes; entre otras cosas, está doblada o triplicada, truco que se utiliza normalmente para encubrir defectos de calidad o afinación”. La propia Karina, respondía a estas acusaciones que las propias normas de Pasaporte a Dublín estipulaban que las canciones debían presentarse en playback y no en directo: “como las canciones se graban, mi casa discográfica decide lo que cree mejor para mí y más del gusto de los espectadores. Y, como ha acertado siempre, tengo la obligación de creer que sabe lo que hace”.
(Extraído de Olevisión, número 27. Autor: J. Guerrero)