Concha Piquer, homenajeada por Eva Santamaría
La carrera de Concha Piquer no llegó a estar vinculada con Eurovisión porque su retirada de los escenarios se produjo en 1958, cuando el certamen europeo apenas andaba en pañales y todavía no había cruzado los Pirineos. Eso sí, su hija Concha Márquez Piquer tomó parte en la preselección de 1971, sin éxito como todos sabemos.
A Concha Piquer no le hizo falta el Festival de Eurovisión para convertirse en una estrella internacional. Durante los años 20 actuó en Estados Unidos, convirtiéndose en una estrella en Broadway. Llegó a participar en la primera película sonora, El cantor de jazz (1927). Regresó a España en los años 30, siempre con su baúl, y hasta su retirada, popularizó numerosas coplas.
Si los eurofans hablamos de copla, la primera artista que nos viene a la cabeza es Eva Santamaría, que llevó a buen puerto la clasificación de España en Eurovisión 1993, año en el que curiosamente Concha Márquez Piquer formaba parte del jurado español.
El martes pasado la intérprete de Hombres estrenó en Valencia la obra Los baúles de la copla, un homenaje al recorrido artístico y vital de la valenciana Concha Piquer. El autor de los textos es Juli Leal y los directores, Sento Blay y José Saiz. Estará en cartel en el Teatre Principal de Valencia (sede del Festival de la OTI entre 1992 y 1994) del 3 al 14 de febrero de 2010.
Las cantantes Eva Santamaría y Aurora Frías se alternarán a la hora de representar las funciones. Ambas nacieron cuando la Piquer se había retirado, con lo que no tuvieron ocasión de verla actuar y por eso Eva Santamaría dice que es «imposible copiar sus gestos y sus giros«. Sin embargo indicó que lo que intenta hacer con su actuación es «plasmar su personalidad» y matizó que se trataba de una mujer que «parecía muy dura» pero que, al mismo tiempo, «era muy sensible y expresaba mucho cariño«, aunque subrayó que «siempre fue una gran señora que iba con la cabeza bien alta«.
Por otra parte, las dos artistas confirmaron que las coplas Cinco farolas y El tatuaje, las preferidas por Aurora y Eva respectivamente, aparecen en el montaje teatral. La eurovisiva Eva está entusiasmada con este tributo a Concha Piquer: «Parece mentira que hasta el día de hoy no se le haya hecho un merecido homenaje. En otro país tendría 500«.
En este sentido, las dos cantantes que encarnarán a la Piquer defendieron que la copla de Concha Piquer «no ha muerto«, sino que «está muy viva» ya que representa a mujeres que «siguen existiendo» y añadieron que ya en su época «denunciaba el maltrato a la mujer y defendía su derecho a reivindicarse«.
En rueda de prensa se destacó el lado «transgresor» y «moderno» de Concha Piquer. Juli Leal lo describió así: «Hablaba siempre de mujeres marginales y sus historias no tenían finales felices. Cuando todas se vestían de Sissí, ella se ponía de puta de puerto si hacía falta«.
Eva Santamaría hiló las historias de mujeres rotas de la Piquer con la realidad del maltrato y el machismo: «La copla no ha muerto y aquellas cosas siguen pasando«.