San Marino arriesga con Achille Lauro
La pequeña república celebró por primera vez una preselección en suelo propio llamada Una voce per San Marino. Una serie de audiciones entre artistas desconocidos y otros propuestos por una comisión, seguida de varias rondas eliminatorias, decidió que nueve artistas participarían en la final junto a otros nueve artistas consagrados: la mítica Spagna, los primeros representantes de San Marino en Eurovisión, Miodio (2008) o la palmense Cristina Ramos. Desde el Teatro Nuovo de Dogana se desarrolló la final, imitando (pobremente) a Sanremo, presentada por Jonathan Kashanian y Senhit (2011, 2021).
Stripper, el tema ganador de Achille Lauro, cuya autoría se atribuye a ¡once! personas, podría encuadrarse dentro del estilo rock/punk. No es un texto narrativo simple. Juega con la ambigüedad, con el intercambio de personalidades (un amor que es como un club de estríper en el que mutan los roles masculino y femenino). La canción cuenta con múltiples referencias pop: Britney Spears, Madonna, Blondie, Playboy, los Beatles o Barbie.
Lauro de Marinis (Verona, 1990) tomó como nombre artístico el del famoso armador napolitano en cuanto empezó a dedicarse a la música. Le llega el éxito con su primer Sanremo (2019, Rolls Royce, 9º) a los que siguen Me ne frego (2020, 8º) con un barroquismo absoluto en sus puestas en escena, y Domenica (2022, 14º). Ha escrito una autobiografía y ha participado en proyectos cinematográficos.
