Athena Manoukian, la esperanza de Armenia para Eurovisión
Armenia eligió su representante mediante la selección nacional Depi Evratesil. La AMPTV abrió su proceso de selección desde el 5 de noviembre hasta el 31 de diciembre del pasado año. Una vez finalizado el plazo, un jurado profesional eligió 12 temas para la final. El sábado 15 de febrero, la AMPTV ponía en marcha la maquinaria de un show aburrido, al más puro estilo del que nos tiene acostumbrado TVE, sin grandes emociones y con unas cortinillas en las que cada representante visualizaba unas actuaciones de Eurovision y pasaba una «puerta» a través de la cual se introducía, por así decirlo, dentro del mundo eurovisivo para intentar ser el elegido como apuesta por su país.
La canción ganadora fue Chains on you de Athena Manoukian. Obtuvo 60 puntos del jurado internacional, 58 puntos del jurado profesional armenio y 50 por parte del televoto, lo que hizo que, con una diferencia más que holgada respecto al segundo clasificado, fuese la elegida. Sin embargo fue la 3º opción para el televoto, pero en esta ocasión los votos de los jurados inclinaron la balanza. El tema, de sonidos claramente urbanos, está compuesto por Athena y por su productor DJ Paco, y habla de cómo todas las personas tenemos algunos diamantes, talentos de los que otros se aprovechan, y que hay que preservar para que brillen en cada uno de nosotros, que es dónde deberían estar.
Athena Manoukian de 25 años, es una cantante de padre armenio y madre griega que ya ha intentado representar a su país en 2015 y 2016. Comenzó su carrera profesional ganando un concurso de talentos, lo cual le sirvió de trampolín para presentarse a la preselección griega para el Eurojunior 2008, pero con poca suerte. Es muy conocida en Grecia y sus temas suelen tener millones de visitas en Youtube. A parte de cantar y ganar premios de la Industria, también compone temas para otros artistas, como Helena Paparizou (echad un vistazo a Palia mou agapi, que seguro que a más de uno le sonará). Athena intentará sacar a Armenia del fracaso del año pasado.
Por Juan Antonio de la Estrella