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Nada fluye, todo permance

jose de las cuevasJosé de las Cuevas/  TVE acaba de confirmar su presencia Viena 2015. Ya son 29 los países que han decidido tomar parte en el próximo festival, y algunos de ellos han publicado como va a desarrollarse su final, los cambios sobre ediciones anteriores, algunos de los artistas que van a tomar parte, las fechas en que se van a celebrar. No creo que influya en la decisión de nuestra televisión patria el incierto futuro sobre el referéndum catalán, sino más bien la falta de profesionalidad que siempre ha caracterizado a los funcionarios del ente.

Acaban de eliminar a España del mundial de baloncesto y leo que con el entrenador Orenga el combinado nacional nunca fue un equipo, sino el brillo de algunas individualidades. Lo mismo pasa con Eurovisión y España. Los pocos aciertos se basan más en la brillantez de un cantante y de su esfuerzo más que en el empeño transformado en curro de la cadena pública.

El griego Heráclito decía que todo fluye, nada permanece. Esta afirmación se debe al hecho seguramente de que naciera hace 2500 años y no tuviera la oportunidad de conocer a los gestores de los festivales en nuestra tele. Parece que los cargos se dan de forma vitalicia, independientemente de los resultados que cosechen. Cuando empecé en el 96 a acudir al festival conocí a Maite, que ya llevaba sus años currándose la trastienda del Festival en una época en la que la figura del representante de la televisión de turno tenía un papel importante en la negociación de votos entre los distintos jurados que otorgaban los puntos. De Maite se pasó a Federico, y así seguimos. Ni entonces ni ahora hemos sido ejemplo de nada.

El pobre aficionado españolito de turno se conforma con poco. Le montan una preselección coñazo con dos temas pasables y ya está saltando de alegría. Algunos han alabado el ritmo de pasadas preselecciones, el hecho de incluir algunas figuras que no se comen un rosco en las listas de ventas pero que son conocidos, el… el no se qué porque lo cierto es que las preselecciones españolas son un horror solo comparable al bodrio portugués o algún otro país de tercera (en cuanto a producción audiovisual de sus televisiones públicas).

Lo único que puedo imaginar es que estos dirigentes se consideren a si mismos grandes profesionales cuando después de fracasar estrepitosamente en las audiencias de las preselecciones llega el Festival y consigue un buen dato de audiencia. Realmente lo que esto demuestra es que su incompetencia manifiesta bien justifica un ERE controlado a su departamento. Como la crisis está muy mala, no quiero que echen a nadie, ojo, pero un traslado a la sección de archivos no estaría nada mal.

Estamos inmersos en una época en la que parece que los cambios son posibles. Cosas que parecían destinadas a permanecer inmutables a lo largo de los años son ahora cuestionadas y revisadas. Ojalá ayude a acabar con la decrepitud en la que TVE se encuentra. Una cadena hundida en audiencia y que no genera el mínimo interés. Y el fiel reflejo es Eurovisión. Mientras el programa de producción propia no lo ve nadie salvo los eurofans y sus familias cuando se emite el Festival, este arrasa en audiencia.

Basta de inconformismos. Este nuevo tiempo en el que movimientos en la red han hecho cambiar leyes o decisiones, en las que los votos en unas elecciones que se consideraban intrascendentes han producido un terremoto político, en el que los ciudadanos están demostrando que su hartazgo se puede traducir en acciones en vez de  la siesta permanente, parece que es la ocasión para levantarnos e intentar cambiar todo de una puñetera vez. Luchemos porque gestionen la preselección gente profesional, que seguro que la hay. Porque el dinero de más que nos gastemos para ser parte del Big 5 no se traduzca en el ridículo permanente. Por tener una preselección de la que no solo nosotros, sino también los cantantes se sientan orgullosos. Unos presentadores actuales, dinámicos, versátiles. Aprovechemos cada oportunidad para proyectarnos internacionalmente como el país que deberíamos ser. Todavía me pregunto a quien puñetas se le ocurrió poner en nuestra última postal eurovisiva unas madejas de hilos para hacer la bandera de España. ¿Quizá somos un país de costureras? Posiblemente la idea vendría de Suecia, pero estoy seguro que no se cambió porque nadie en TVE se dio cuenta de la estupidez de la misma, o porque la creatividad de la gente responsable es mínima.

El día en que decidí acudir al Festival sin acreditación de TVE -un proceso en el que los responsables de otorgarla se parecen a los típicos chuletas que trabajan como porteros de discotecas y que disfrutan decidiendo quien pasa por la cola rápida y quien no entra en un garito – me convertí en un alma libre capaz de decir libremente la cantidad de inútiles que nos rodean. Nunca fui un héroe antes y tampoco os lo pido a vosotros, que ya sabemos que a esos porteros de discotecas si se te ocurre decirles algo que no es de su agrado, además de no entrar te puedes llevar una galleta. Pero tampoco os rebajéis alabando al incompetente solo para seguir disfrutando de su favor.

Me voy de vacaciones. A ver si me relajo.