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Grandes Estrellas Eurovisivas

Reyes_VintageReyes del Amor /

En nuestro país la coletilla de “a Eurovisión sólo van cantantes noveles, artistas que empiezan y se quieren dar a conocer”. Es ya algo muy habitual y una de las frasecillas que más me repatean sobre el tema. Se ha convertido en la frase fetiche puesta en la boca los quiero y no puedo. Desde 1956 a 2014 habrán pasado por el Certamen grandes estrellas en el mundo de la música, pero no sólo cantantes, sino músicos y compositores de renombre, tanto en nuestro país como fuera de él.

Pero si la frasecilla de turno es debido a la idiosincrasia de un concurso que se ofrece como una muestra de canciones que representaban a cada cadena pública de los países que forman parte de la Unión de Radiofusión Europea, pues no van bien encaminados. Eurovisión nació como un show televisivo de canciones. La idea posterior del talent show llega desde el 2000 en adelante, cuando empezaron a proliferar los formatos talent en todas las televisiones europeas y mundiales. No hay nada más lejos del talent que el Festival de Eurovisión, porque entonces entraríamos en una anacronismo histórico ya que la esencia principal del show no ha cambiado con los casi sesenta años de existencia, es más, ha evolucionado y se ha reinventado así mismo.

Los que hablan en contra del show televisivo más famoso del mundo y con más solera es principalmente por un afán de estar en el candelero. Hablar mal y crear polémica en unos años donde las polémicas son muy televisivas vende mucho. Si las cuentas corrientes se llenan hablando mal de algo con mucha marca, miel sobre hojuelas y como de estos ínclitos de la desvirtuación no me da la gana de hablar porque mientras hablamos de ellos les damos publicidad, pues yo con lo mío que la historia del Festival. Después añado cosas sobre los listillos de turno que dicen que a Eurovisión sólo van noveles, que también.

Sí chicos, por Eurovisión han pasado grandes estrellas. Hablaré de diez de las muchas que han estado. Algunos ya eran estrellas cuando fueron al Festival, otros lo serían después. En todo caso han llenado de letras de oro las páginas de este Certamen. Son diez mis candidatos para esta columna, Domenico Modugno, Nana Mouskouri, Cliff Richard, Julio Iglesias, Olivia Newton-John, ABBA, The Shadows, Céline Dion, Dulce Pontes, y Noa. Hablar de sus biografías sería interminable, sólo reseñaré su paso por el Festival y alguna nota sobre tan magistrales carreras.

 

DOMENICO-MODUGNOEn 1958, en la tercera edición de Eurovisión, llegó uno de los temas más famosos de la historia del show. Nel blu dipinto di blu o Volare si hizo en himno y canción de toda una generación desde finales de los cincuenta y que siguió siendo número uno en la década posterior. Domenico Modugno (1928-1994) fue uno de los cantantes italianos referencia no sólo en Europa, sino en el mundo. Llegó a actuar junto a Dean Martin o Frank Sinatra. Creó escuela y fue adorado en los cinco continentes. En sus cuatro intentos eurovisivos no ganó nunca con joyas magistrales, incluido el tema que compuso para 1962 que defendió Claudio Villa, otro grande de la canción lírica en Italia. Lo peor fue en 1966 cuando quedó ultimo con el Dio come ti amo. Dio igual, dejó impregnado el Festival de magia y tres grandes actuaciones, a la que uno el tema de 1959 donde fue sexto, Piove (Ciao, ciao bambina) y que luego versionarían tantos cantantes como la gran Dalida en francés. También se convertirá a pesar del puesto en el tema más popular de esa edición. El Volare es ya un mito y ese tercer puesto de Hilversum supo a primero ya que fue el tema que transcenderá, desde entonces sería el “Míster Volare”. Además consiguió tres Grammys en los Estados Unidos, mejor álbum, canción y artista. Sinatra dijo de él “que era una fuerza de la naturaleza”. A veces pasa, las canciones ganadoras no se llevan la mejor gloria, en cambio sí los temas que traspasan al público como fue el caso.

 

nanamouskouri103_v-galleryNana Mouskouri era la potencia y la elegancia unida en una voz prodigiosa. Su imagen, con esas gafas de pasta traspasarán la cámara dándole una telegenia espectacular que tantas han querido imitar años después. Nana era un torrente de voz. Esta griega fantástica será conocida en los cinco continentes por cantar en muchos idiomas, francés, inglés, alemán, italiano, español, etcétera y hacerse una de las griegas más famosas del mundo gracias a su enorme popularidad e incansable trabajo con más de 1.300 canciones grabadas. Nació en la isla de Creta en Grecia en 1934 y debutó en el mundo de la canción en 1959 gracias al músico Manos Hadjidakis. Desde entonces hasta la actualidad ha grabado más de 120 álbums y tiene más de 300 millones de copias vendidas, récord entre los récords de una de las más magistrales estrellas que han pasado también por Eurovisión. Su propuesta para el Festival llegó en 1963 en representación de Luxemburgo con el tema A force de prier que sólo pudo quedar octavo de dieciséis participantes siendo ya una estrella muy famosa que había actuado en Estados Unidos y todo Europa. El “mediocre” puesto obtenido le supo a poco, normal, ella ya estaba en lo más alto de la ola musicalmente hablando. Pero fue una edición muy brillante con mucha competencia donde no encontramos ningún tema malo. Quizá Nana tiene canciones mejores, con todo el tema A force de prier A fuerza de rogar– es de una gran belleza y ella hizo un directo de diez. No pudo ser, pero quedó en la retina de todos y el show no mermó para nada su carrera, es más, la dio a conocer más si cabe y no paró de hacer televisiones y shows en las décadas siguientes. Con ella digo lo mismo que con Dulce Pontes, cuando se es brillante Eurovisión ni nada te puede hacer sombra. También lo digo para aquellos que van de divos sin serlo y tienen el prurito de decir que Eurovisión quema a los artistas. No cariño, te quema el no ser artista de verdad y poder demostrar un directo con un par de narices. Nana Mouskouri es un ejemplo de magia y sabiduría escénica que mantiene a sus casi ochenta años de edad que está a punto de cumplir.

 

cliff_richardSir Cliff Richard (Sir desde 1995 cuando la Reina Isabel II le nombró la Orden del Imperio Británico) fue el magnánimo representante inglés en dos ocasiones, y en ambas se tuvo que conformar con quedar por detrás de España. En 1968 perdía el triunfo, que estaba casi cantado para él en su propia casa, en Londres, ante una trepidante y enérgica Massiel. Y en 1973 en Luxemburgo Mocedades se ponía de nuevo por delante del británico en el segundo puesto ocupando él el tercero porque ese año el gato al agua se lo llevó una francesa que representó a Luxemburgo, Anne-Marie David. Son cosas del destino, pero que él lo vio con contenido sentido del humor como así comentó en la gala del Cincuenta Aniversario de Eurovisión hecha en 2005 en Dinamarca. Congratulations se hizo un mito de la música pop de todos los tiempos y está entre los grandes hits de un hombre que llevaba una sólida carrera en 1968 cuando estuvo en el Festival. Harold Rodger Webb (alias Cliff Richard) nació en 1940 en la India ya que sus padres trabajaban allí.  Se trasladan al Reino Unido debido a la independencia de la colonia de la metrópoli en 1948. Cliff inició su carrera artística en 1957 cuando forma el grupo Quintones. A finales de los cincuenta e inicios de los sesenta ya rivalizaba artísticamente con The Beatles en las listas de éxitos británicas en unión a su conjunto The Shadows, que también estarán en Eurovisión en 1975 como luego veremos. Se dio a conocer mucho en los Estados Unidos y cuando representó al Reino Unido en Londres en 1968 era una mega estrella como pocas. Pero aquí sí que sirvió el dicho tan explicado de que un directo bien hecho puede con todo, y aunque la canción de Cliff era una bomba, la bomba llegada de España con Massiel y su electrizante puesta en escena echó el resto. A pesar del segundo lugar por un punto de diferencia, Richard continuó sus grandes éxitos y estuvo ligado a Eurovisión gracias a sus programas show televisivos que escogían el artista y tema para el Festival a inicios de los setenta donde ejerció como presentador de las galas donde se eligió a la hiper famosa pupila de los Beatles, Mary Hopkin en 1970, Clodagh Rodgers en 1971 y New Seekers en 1972, hasta que al final volvió él con el tema Power to our all friends que como he dicho quedó tercero gracias a un número lleno de histrionismos, cirquero y muy alocado que no hacía justicia a un gran tema. Si en 1968 Cliff era un divo de la canción, más lo era en 1973 cuando ya era mito de la música pop rock universal. Con esto remarco que Eurovisión no es para noveles, que también si quieren, pero que han sido muchas las estrellas mundiales que siéndolo ya se presentaron al Festival.

 

Julio_IglesiasNuestro Julio Iglesias en 1970 era todavía un desconocido internacionalmente hablando. Deberá esperar unos años más, desde mediados de los setenta se hará la gran estrella que es hoy, la más brillante de nuestra nómina de artistas. Julio había nacido en Madrid en 1943 y su camino era el fútbol, pero el destino y un accidente de tráfico en 1963 le encaminó por el mundo de la canción. En 1968 gana el Festival de Benidorm con La vida sigue igual, canción que le dio un enorme éxito en nuestro país y su espaldarazo definitivo a la fama, de la que también se hizo una película que hablaba un poco con mucha fantasía lo que había sido su paso del deporte a la canción. Después llegó la preselección para Eurovisión en 1970 con grandes figuras como competidores, desde Nino Bravo, Jaime Morey, Rosa María Lobo a Basilio o Donna Hightower e incluso Mocedades. Julio se llevó el pasaporte a Amsterdam con un tema suyo, Gwendoline, una preciosa balada que también gustó a los jurados internacionales ya que aunque compartido, obtuvo el cuarto puesto. Muchos valoran como regular el cuarto puesto de ese año ya que sólo participaron doce países. Eran horas bajas del Festival. Con todo, su edición estuvo llena de estrellas de la talla de Mary Hopkin, Katja Ebstein, Gianni Morandi o David-Alexander Winter. Estuvo muy nervioso en su actuación y él mismo lo dijo años después, la prueba de Eurovisión era la que más nervioso le había puesto en toda su carrera. Quizá porque todavía era muy o por aquello de que ganar por tercer año consecutivo tras las victorias de Massiel en 1968 y Salomé en 1969 resultaba una prueba dura de superar por el listón tan alto que dejaron a madrileña y la catalana en sus sendas participaciones. Eurovisión será el lanzamiento de Julio Iglesias a Europa y de ahí al Mundo. Es un caso parecido a Céline Dion o Dulce Pontes, que el éxitazo mundial les llegará unos años después de su paso por el Certamen. A día de hoy tiene ya más de 300 millones de discos vendidos, por eso es el Rey, nuestro Rey eurovisivo.


olivia121_v-contentgrossLa Olivia de 1974 no era todavía la Olivia inimitable e inconfundible de Grease. Olivia Newton-John había nacido en Cambridge en 1948, pero desde muy niña emigró con su familia a Australia, en 1953, donde se nacionalizó al ser su padre profesor de Universidad y dar clases en Melbourne. De descendencia alemana, esta rubia se convierte en la Doris Day de los setenta. Su estilo dulzón con canciones muy melódicas, y después también su giro al country y a los musicales, la hizo una gran diva de la canción anglosajona, escrita con letras de hora en la historia de Eurovisión. Pero el tema que llevó a Brighton tuvo que competir con ABBA y aunque ella también partía como favorita ese año se tuvo que conformar con un cuarto puesto compartido como le pasó a Julio Iglesias cuatro años antes. Long live love o Larga vida al amor sonó algo flojita en directo y aportó poco a un Festival donde la novedad la pusieron unos suecos completamente desconocidos pero que serán una auténtica revolución en el Festival. La Newton-John jugaba en casa y estaba muy respaldada por figuras de la canción como sus íntimos amigos Cliff Richard, John Farrar o su pareja el compositor y guitarrista Bruce Welch componentes ambos de The Shadows. A veces pasa, las muy favoritas se pegan un pequeño desencanto en Eurovisión, como fue el caso de Olivia que un cuarto puesto le supo a poco y más con lo que de ella, la novia de Inglaterra, se esperaba. En 1978 consigue el papel de su vida en la película Grease en el rol de Sandy, lo que la catapulta a la fama internacional. Además de gran cantante no era mala actriz aunque se quedó encasillada en papeles de poco brío y no destacó en el mundo del cine a parte de su gran número como Sandy o en el film Xanadú junto a Gene Kelly, inolvidable para todos.


abba1974La edición de 1974 supuso un revulsivo para el Certamen. Cambió de raíz todos los esquemas, dejó atrás las baladas y las canciones predominantemente hechas para grandes solistas para convertirse en un Festival de grupos, de canciones con garra, de los temas más festivaleros que se iban poniendo en liza año tras año. Tras el grupo ABBA, el conjunto más conocido de la historia de Eurovisión, salieron conjunto de esquema muy similar a montones y ganaron unos cuantos años después siguiendo la inercia ABBA, a saber: Teach-In en 1975, Brotherhood of Man en 1976, Yizhar Cohen & Alpha Beta en 1978, Gali Atari & Milk and Honey en 1979 o Bucks Fizz en 1981. Y de igual sonido, salvando las diferencias entre ambos, los triunfos de 1984, Herrey’s o en 1985 Bobbysocks, que aunque fuese un dúo se parecía al sonido ABBA ya entrados los ochenta. Son muchos los ejemplos del estilo ABBA, explotadísimo por los nórdicos hasta la saciedad entrados ya en el siglo XXI. Estos chicos suecos y una noruega que convulsionaron Brighton el 6 de abril de 1974 estaba formado por Benny Andersson, Björn Ulvaeus, Agnetha Fälstkog y Anni-Frid Lyngstadt (Frida). Ambos tenían carreras en solitario antes, e intentaron representar a Suecia en Eurovisión en 1973 con el tema Ring, Ring que no ganó el pase desde el Melodi para Luxemburgo. Al segundo intento lo consiguieron con Waterloo. Pero es que Frida ya estuvo en la preselección sueca de 1969 en solitario y no pudo estar en Madrid, lástima, porque en solitario Frida es una mezzo muy buena. Lo éxitos del conjunto tras Eurovisión fueron inmediatos y entre ese año y 1982, cuando el conjunto se separa consiguen vender más de 300 millones de discos con tan sólo ocho larga duración y muchos solitarios que se escuchaban en los discotecas de finales de los setenta. Los ochenta fueron el bajón por causas internas al grupo pero a finales de los noventa vuelven repescados por los nostálgicos y gracias a los musicales y revivals se convierten en mito viviente aunque ellos nunca más quisieron juntarse a cantar de nuevo, a pesar de ofrecerles cifras astronómicas que no aceptaron. Viven de sus royalties y a día de hoy sí podemos decir que ellos sí deben mucho a Eurovisión, aunque supieron mantener la calidad y un sonido propio inconfundible que se hizo patente y copyright inimitable, a pesar de los muchos imitadores que ha querido tener al cabo de los años.


shadows1Si Cliff Richard era famoso, lo eran también su conjunto de músicos, The Shadows, que le acompañaron durante gran parte de su carrera desde 1958. Estaba compuesto por Alan Tarney (piano), Brian Bennett (batería), Bruce Welch (voz principal y bajo), Hank Marvin (guitarra eléctrica y coros), John Farrar (guitarra eléctrica y coros). Ellos quisieron también ir a Eurovisión en solitario y uno de los conjuntos británicos más famosos del Mundo estuvieron en la Edición de 1975 en representación del Reino Unido con Let me be the one. Ocuparon el segundo puesto detrás del tema pseudo copia ABBA por los Países Bajos titulado Ding a Dong que cantaron Teach-In. La banda británica además de llevar un gran tema hicieron un directo magistral, no por menos eran unos cracks en ese terreno y expertos en grandes conciertos por todo el Mundo cuando fueron a Estocolmo. Aunque algunos piensen la teoría que Eurovisión en lugar de beneficiar perjudica, cuando se es una estrella y grande como eran The Shadows ni Eurovisión ni nada puede apagar una fantástica trayectoria currada año tras año. Ellos fueron ejemplo de calidad y falta de complejos en unos años en los que la critica musical empezaba a poner verde al Certamen por considerarlo frívolo y de género “ínfimo”.


celine-dion246827El éxito de Céline Dion llegó diez años después de ganar Eurovisión en representación de Suiza en Dublín en 1988. Céline era una apocada chica canadiense que había ganado la preselección de la televisión helvética con un tema de los autores que dieron un segundo puesto dos años antes a Suiza con el tema Pas pour moi que hizo magistralmente Daniela Simons. Esta vez, tanto los autores como la solista iban a por todas. Céline sacó uno de los trajes más criticados de la historia como en su día los fue el de la Newton-John o el de nuestra Estíbaliz. Más poco favorecida no se podía salir. Pero Céline, sola, ante un enorme escenario y una fantástica orquesta, sin coros ni nada, ejecutó una canción balada de corte ascendente, Ne partez pas sans moi que dejó no sólo al público boquiabierto sino a los jurados, que aunque tímidamente, sobre todo por parte de los francófonos, le dieron la victoria sobre el Reino Unido por un punto de diferencia. Nos venía al recuerdo aquella Massiel que ganó al United Kingdom por un sólo punto de ventaja. Y es que no había para menos. Céline es la mejor voz solista femenina de la historia de Eurovisión. Los años lo demostraron y cuando el film Titanic en 1998 nadie recordaba que aquella enorme voz de la banda sonora ganadora de un Oscar también estuvo en Eurovisión y le abrió el mercado al mundo europeo de una forma ascendente desde 1989 cuando empieza a editar en inglés y después al norteamericano. Ella tenía como meta a seguir a su idolatrada Barbra Streisand y cosas de la vida Dios quiso que un día pudiesen cantar juntas. Salvando las distancias Pastora Soler dijo en una entrevista una vez que su diva era Céline Dion, y quien sabe, es probable que el destino las pueda juntar porque nuestra española también es de las mejores voces que han salido de Eurovisión en sus casi sesenta años de existencia. Los caminos del destino son muy caprichosos.


dulcepontesEntramos en los noventa y el Festival no renunciaba a la calidad a pesar de las duras críticas y la crisis de identidad que sufrió durante los ochenta. Dulce Pontes es una buena prueba de la maestría en un escenario como pasó en Roma en 1991. No estaba entre las favoritas en representación de Portugal con Lusitana paixão pero sí era una canción que no pudo dejar indiferente a los jurados que la valoraron bien, pero no como debían. Mereció estar entre las cinco primeras. Fue un año donde temas de gran valía quedaron por detrás de el ciclón sueco que ofreció la sueca Carola. No pudo ni Francia, ni Israel, ni España, ni Suiza, ni por supuesto Portugal que quedó octava de veintidós, temas de una gran belleza que dieron a la edición una de las mejores de la historia del Festival. Dulce, como Céline no era nada conocida todavía, sus éxitos llegaron años después sobre todo cuando adaptó el tema Canção do Mar en 1993 que sirvió de banda sonora del film norteamericano Primal Fear o Las dos caras de la verdad. De ahí al estrellato internacional convirtiéndose en la voz de fado, heredera de su ídolo la gran Amália Rodrigues. De ahí a día de hoy es la estrella portuguesa más conocida internacionalmente que hace duetos con los más grandes y es una dotada para hacer fusión como hizo con nuestra Estrella Morente, Josep Carreras, Carlos Nuñez o Andrea Bocelli entre otros. Su unión musical al genio Ennio Morricone le ha dado un carisma como pocas. ¿Quién se lo iba a decir a esta mujer nacida en Montijo en 1968 que un día sería un referente como su adorada Amália Rodrigues?


noaisrael101_v-contentgrossEn la siguiente década, en 2009, vemos que a una idolatrada Noa (Ajinoam Nini, nacida en Tel-Aviv en 1969) no se le caía ningún anillo por representar a su país Israel en Eurovisión y junto a Mira Awad cantaron en hebreo, árabe e inglés The must be another (Eiynaich) y además eran sus compositoras y autoras. Esta mujer, que ha hecho dúos con los más grandes del mundo artístico y a todo quisqui se le llena la boca de decir que a Eurovisión sólo van debutantes, aquí vemos un ejemplo que no. Noa se había negado a representar a su país en el pasado y eso que se lo habían pedido en varias ocasiones, esos pruritos propios de algunos artistas y el comecocos de otros compañeros que quizá le hicieron abandonar la idea. Pero Noa al final aceptó alegando que la plataforma mediática era la mejor y además sería una oportunidad para lanzamiento ante masas de telespectadores en el Mundo. Y es que en nuestro país sobre todo hay mucho merluzo que va de listo y pone a parir el Festival porque es lo políticamente correcto, y hablo no sólo de crítica musical, sino de artistas que no le llegan ni la a suela del zapato a los artistas aquí expuestos o periodistas listillos que de todo saben, o músicos de diseño y muy pseudo progres de aquellos que no se la tocan ni para mear. Aunque Noa obtuvieron plaza mediocre en la gran final eurovisiva de ese año, decimosextas de veinticuatro, dieron un toque de elegancia y buen hacer escénico a un Festival que hacía años se había decantado por los valores más vistosos que por lo temas salidos de la sobriedad.


El Festival de Eurovisión es un programa de televisión y ha ido evolucionando como tal y por ello desde 1999 la idiosincrasia del mismo es totalmente distinta, pero sin variar lo esencial que es un Festival de canciones, buscando el espectáculo con mucha parafernalia y pirotecnias varias, quitando la orquesta y dejando que cada país cante en el idioma que le venga en gana que ha ido en beneficio de la lengua universal que, aunque me duela decirlo, sigue siendo el inglés.
Y se quedan muchos en la lista de los que no puedo hablar por extensión y es que habría para hacer un monográfico extenso sólo sobre el tema. Por el Festival también pasaron estrellas de la talla de Las Hermanas Kessler, Lale Andersen, Alain Barrière, Françoise Hardy, Matt Monro, France Gall, Raphael, Sergio Endrigo, Guy Mardel, Mary Hopkin, Lulu, New Seekers, Nicola di Bari, Patrick Juvet, Vicky Leandros, Gigliola Cinquetti, Albano y Romina Power, Massimo Ranieri, Mocedades, Milestones, Plastic Bertrand, David-Alexander Winter, Gianni Morandi, Iva Zanicchi, Baccara, Ricchi e Poveri, Matia Bazar, Franco Battiato, Paloma San Basilio, Umberto Tozzi, Lara Fabian, Toto Cutugno, Sergio Dalma, Gina G., Katrina & The Waves, Alla Pugacheva, Natascha St.Pier, Tatu, Vanilla Ninja, Serebro, Kate Ryan, Patricia Kaas, Blue, Engelbert Humperdinck, Bonnie Tyler, Pastora Soler, Loreen y seguirán sumándose a la lista porque Eurovisión es patente de marca, pero de marca de lujo.