De la madre Rusia al Coñito… Salchicha
José de las Cuevas /
Sin todavía superar totalmente la polémica del Derreín, derreín, con una currante Ruth Lorenzo que ha enmascarado la debilidad del tema con cientos de violines y un digno video, ha llegado la época de comentar todas las canciones que formarán parte de la edición del 2014. Mis comentarios seguramente serán un disparate ya que todavía no he podido recuperarme totalmente tras ver a Sofia Vossou en la preselección griega embutida en un traje imposible con unas ridículas tetas nuevas o el ajamonamiento y proceso de ordinariez en el que Margaret Berger está inmersa.
He tenido que esperar hasta hoy para escuchar todas las canciones. Curiosamente las dos últimas melodías provienen de la madre Rusia y de lo que allí prohiben, Austria con el Coñito Salchicha. Aunque no me fié del directo de Coñito, quiero que pase a la final para darle en todos los morros a Rusia, aunque no estoy seguro de que su imagen arrastre votos. Esta última semana ha sido un auténtico tiovivo de emociones con bodrios espectaculares como Portugal, canciones rancias (pero con un buen cantante) como Bélgica o demostraciones de que una buena balada no necesita ochenta violines de una orquesta sinfónica detrás, ni gritos sucesivos para llegar a calar como el caso de Noruega.
La suerte ha deparado dos semis bien diferenciadas. A priori parece que la primera de ellas es más abierta, con el paso a la final de los buenos temas, voces o escenografías. En principio podrían pasar a la final los temas de Hungría, Suecia Moldavia, Montenegro, Estonia o la voz de Bélgica. Siempre los temas del estilo de Islandia y Letonia pueden colarse pero creo, y espero, que Portugal y San Marino se queden en la estacada; la primera por mamarracha con una victoria poco clara y la segunda por pesada y anodina. Valentina puede dejar el récord como cantante mas fracasada de todos los tiempos en una marca difícilmente superable. Atentos estaremos al posible boicot de la participación Rusia. A excepción de Montenegro, pocos jurados le votarán. Llevan una balada normalita a la que, en menos de dos horas, algunos eurofanes han sacado punta a la letra con el posible significado. Se la cogen con papel de fumar. En caso de decir Te quiero, hubiera significado para ellos que querían la anexión de todas las ex-repúblicas soviéticas, si por el contrario hubieran dicho te odio, habría ido dirigido a la población ucraniana, armenia o que se yo. Que ganitas, de verdad.
La segunda final parece más apretada y quizá nos depare más sorpresas y favoritos fuera de la final. La canción de Conchita no es mala, pero su mediocre voz y la mamarrachada de imagen no creo que le ayude a nada. Puede que se afeite la barba en esos tres minutos y reserve, si pasa a la final, cortarse las puntas del pelucón. He pensado desde un inicio que su imagen es simplemente puro marketing porque sin esos aderezos no se comería un colín. El mensaje barato que lanza con eso de se tu mismo es lo más barato que he visto desde la polémica del posible beso de las T.a.t.u.. Si quieres hacer algo serio te puedes dejar barba pero no llamarte Coñito Salchicha. Y las personas que no se atreven a criticarla por defender unas supuestas libertades tienen algún trauma infantil. Apostaría por Finlandia, Grecia, Irlanda, Israel, Malta, Noruega, Polonia, Rumanía y Eslovenia en la final, pero siempre fallo así que no me hagáis caso si vais a acudir a las casas de apuestas.
Y hablando de apuestas, en el caso del ganador parece que por fin existe la posibilidad de disfrutar de una votación interesante. Las dos anteriores ediciones previmos el aburrimiento que nos iba a deparar por mucho algoritmo empleado y nos desesperamos viendo la lista interminable de países votando para una victoria anunciada desde muy temprano. Lanzo una alternativa al coñazo de votaciones. Que den los votos del televoto de cada país y luego en una última votación los resultados acumulados del jurado de cada país de una sola vez. Así también habrá más transparencia y podremos linchar verbalmente a los jurados con más facilidad.
Del Big 5 poco que comentar. Me gusta la voz británica aunque la canción la veo ñoña. Italia creo que, como en el caso de España o de Bélgica, la canción no hace justicia al cantante. Con Francia me río y la cadera se me va, y Alemania me pone bastante. Dinamarca, que algunos ven como posible ganadora a mi simplemente me resbala. Ahora que después de bodrios como el Everybody o el I wonna no seré yo quien diga que un tema no tiene posibilidades.
No se si tendré oportunidad de escribir otra vez antes del Festival. Por si acaso, le deseo desde aquí toda la suerte del mundo a Ruth Lorenzo. Tiene ganas y se lo está currando, independientemente de que a mi me parezca que ciertos comentarios suyos sobran, que el tema no me guste o que crea que grita excesivamente. Espero que la puesta en escena sea algo más original que una segunda parte de Gravity, que suavice sus gestos, que le vistan por una vez bien y que le maquillen sin parecer la mala de la película. Creo que corregirá muchos de sus errores, porque está demostrando que de tonta no tiene un pelo (del que por cierto espero que no se encrespe como en la final española). De todas formas, los auténticos eurofanes disfrutamos de todo el Festival, no solo de la participación de TVE. Y este Festival, en mi opinión, no va a estar nada mal.