Entre lentejuelas
Patricia Pahiño / Posiblemente esta sea la segunda vez que me suba a un escenario de Eurovisión… posiblemente, los nervios no son los mismos… Aquellos eran explosivos, estos mucho mas intensos y a la vez más controlados. Aquellos, en cierto modo asustaban. Estos me emocionan… Aquella vez, tal vez, porque veía rostros… desconocidos… lejanos… expectantes… ¡pero fríos! Esta… porque no veo rostros… pero sí los imagino… sonrientes… conocidos, cercanos… cálidos… expectantes también… Entonces sabía lo que tenía que hacer: interpretar… sentir… convencer… ¿Ahora? ¡Sentir y hacer que sintáis! Pero siendo yo, sin interpretar… ¿Y convencer?… Eso es cosa vuestra…
Yo solo siento… sentiré, escribo… escribiré… transmitiré… compartiré… Aquella vez siendo como Rita: todo glamour, todo lentejuelas. ¨¡Patri , cariño!, que te tienes que sentir la más grande, la más diva… ¡¡tienes que comerte el mundo!!!¨, me decía mi adorado Jesús del Pozo… ¨¡Jesús, jo… que yo solo soy una chica de San Sebastián que ama cantar tanto como a la vida…!¨. Ahora, no. ¡Ahora solo soy yo! Y las lentejuelas las llevo cosidas en el corazón a base de puntadas de vida, de una vida tan intensa que echa chispas.
Sigo amando cantar… y escribir… pero amo más la vida… con sus particulares lentejuelas… unas más brillantes que otras, como las de aquella ¨chaquetilla¨ que en un 19 de abril de 1980 y ante la mirada de 300 millones de personas en todo el mundo tuve la osadía de tirar al suelo. ¡Tenía que ser así! Aquella en la que el azul de un cielo turquesa, competía con el azul de un mar profundo, menos reluciente, menos brillante, pero igual de intenso… igual de bello… Y es que tenía que ser la más dura, la más chula incluso… Dando una bofetada imaginaria a todo aquello que tenía enfrente… tirando al suelo aquellas preciadas lentejuelas. Aquellas que…. ¨¡¡Niña!! no te muevas tanto, que cada una que se cae al suelo son 100 pesetas. ¡¡¡Y se van a cabrear los de TVE que tienen que pagar!!! (me dijo Jesús entre risas , en una de las pruebas).
Y entre risas y lágrimas transcurrió aquella maravillosa primera vez que me enfrenté a un escenario de Eurovisión… Las risas, de la ilusión… de la esperanza… del buen hacer… de las ganas… Las lágrimas, del negocio… la política, los intereses, de la desidia de unos cuantos, tal vez de aquellos mismos que simplemente pagaron mis lentejuelas porque era su ¨papel¨… pero sin ninguna intención de esperanza… de fe… de ganas…de magia…
Y ahora 34 años después… entre lágrimas y risas transcurrirá esta segunda vez, sobre este nuevo escenario de Eurovisión… Una 2ª vez en la que nadie, nadie más que yo, decida lo que decir… lo que hacer… en qué creer… o lo que esperar… lo que sentir… o qué compartir… Porque tal vez , después de treinta y cuatro años, por fin me sienta cómoda… realmente cómoda… incluso como en casa… en este nuevo y mágico escenario … un escenario en el que yo, simplemente soy yo… y vosotros, sin duda, mucho más que un público…
PD : ¡Así! Y esto soy … y así quiero que me sintáis…
Patricia F. Goberna.