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Eurovisión vs Melodi

jose de las cuevas

José de las Cuevas /

En este artículo quiero centrarme en el Festival europeo de la canción más atractivo y dinámico. Evidentemente, no estoy hablando de Eurovisión sino del Melodifestivalen. Eurovisión se pudre en motivos políticos, en bloques enfrentados. Ciertos países solo quieren promocionar su país democratizándolo a través de la canción elegida. Otros participan por inercia con bodrios para simplemente cumplir con la papeleta (¿os suena, verdad?). El dinero mueve todo en Eurovisión, y organizan semis de 15 países que son un sinsentido y solo para sacar más perras como Daniel bien mencionaba en su último artículo.

Afortunadamente frente a esta pérdida de rumbo, el eurofán se puede refugiar en el paradigma de lo que debe ser un festival. La preselección sueca. Vamos con una serie de razones para justificar la superioridad del Melodi frente a Eurovisión y porque es imprescindible disfrutar del mismo.

1) Alta calidad de participantes

Desde que se empiezan a filtrar los nombres de compositores y cantantes que van a participar en el Melodifestivalen, todos empezamos a hacer quinielas, a sonreír ante la profusión de nombres relevantes. Este año comienza fuerte. La primera de las cuatro rondas clasificatorias enfrenta a Yohio, vencedor moral de la edición del año pasado contra Helena Paparizou. Incluso la griega sueca en un ataque de humildad, o de clarividencia, ha manifestado que no las tiene todas consigo para simplemente pasar de ronda. Las sucesivas semis nos traerán nombres como la adorada por los fans Sanna Nielsen, un virilizado calvo incipiente Martin Stenmarck, Alcazar, la inolvidable Min kärlek Shirley Clamp, State of Drama, Linda Bengtzing, Jessica Folcker y el Begging Anton Ewald entre otros. Ahí queda eso. Se las suda si son conocidos o no. Lección de humildad para tanta diva barata que tenemos entre nosotros.

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2) Second chance

La calidad de las canciones hace posible que exista una segunda oportunidad para temas que no se han podido clasificar directamente para la final. El año pasado Robin Stjernberg accedió a la final a través de esta fase y acabó representando a Suecia en el festival. Mi adorada Snälla snälla a punto estuvo en 2009 de llevarse el Melodi tras acceder también por la puerta trasera a la gran final. Lástima que una cantante de opereta se impusiera.

3) Emoción de las votaciones hasta el último momento

Algo que le falta al festival por mucho logaritmo que se inventen. Tenemos que escuchar a un estúpido jurado internacional (que el año pasado le arrebató el triunfo a Yohio dándoselo a Robin) justo antes de que den los resultados del voto por teléfono ponderados por el porcentaje de llamadas, de tal forma que el triunfo no se puede prever hasta el último momento.

4) Presentadores

Un lujo, un gustazo. Guapos o feos, siempre profesionales. No tienen voz de pito o caras acartonadas que se pierden leyendo un guión como en España. No son ganadores con posturitas imposibles como Eldar Gasimov. Son presentadores, cantantes, actores y bailan. Y todo lo hacen bien o con gracia. Hacen el ridículo, y nosotros nos reímos con ellos. No de ellos. No hay ningún momento de vergüenza ajena. El dinamismo de los presentadores del Melodi no se puede comparar con la de los presentadores de Eurovisión. Salvo que éste se celebre en Suecia, claro.

5) Ritmo

Todo el concepto, rótulos, guión, rapidez, actos intermedios, producción. No tenemos casi pausas ni para mear. Empieza y termina a la hora acordada. De hecho los que vamos a los festivales estamos acostumbrados a ver al equipo de técnicos de la SVT ayudando al país organizador a que Eurovisión tenga un ritmo parecido al Melodi. En España si lo gana algún día, no tendrían que venir a ayudar, sino a montarlo de principio a fin. Creo que a la Roma de Cotugno y Cinquetti no fueron.

Lynda Woodruff la representante de la EBU que encarna la fantástica Sarah Dawn Finer merece un punto aparte. Representa el fino humor sueco, se ríen de nosotros, pero empiezan descojonándose de ellos mismos. Al celebrarse el festival en Malmö Lynda saltó del Melodifestivalen a Eurovisión. Pero siempre nos quedamos con ganas de más cuando la vemos. Espero que sigan dándole cancha en las próximas ediciones.

6) Interval act

Sabemos que no nos van a montar un bodrio étnico-folk promocionando cualquier cosa. Siempre sorprende, siempre tiene un toque de humor. Muchos nombres importantes pasan por aquí no solo para simplemente promocionarse, sino para aportar su grano de arena a un festival que todos viven y del que todos disfrutan.

Hay más, mucho más. No creo que ninguno de los que lean este artículo se quede sin ver al menos la final del Melodifestivalen. Su fantástica página web hace accesible a todos, con una magnifica calidad, seguir paso a paso la gran selección sueca. Sirvan estas líneas como homenaje y para darles las gracias por no perder el rumbo. Aplaudirles también porque en el 2013 nos dieron una lección de sobriedad. No hay que expropiar a nadie, ni levantar estadios, ni derrochar decenas de millones para hacer un festival.

Ultima cosita. El que no llora no mama. Si habéis leído hasta aquí y normalmente echáis un vistazo a mi columna, hacedme un favor. Estoy lanzando la web www.black2pop.com, y os agradecería que si tenéis un momento, os pasarais por ahí o le dierais un me gusta en Facebook… Gracias chatos.