Adiós Croacia, adiós

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Carlos Quiles /

Escribo esta columna, cuando parece definitiva la renuncia de Croacia a participar en la próxima edición del festival celebrado en Copenhague. El país balcánico, es junto con Portugal, Chipre, Grecia o Turquía, uno de esos países que forman ya parte de la familia eurovisiva y estoy seguro de que muchos lamentaremos su ausencia en el próximo festival de Eurovisión. En homenaje a él, escribo esta humilde columna.

Croacia debutó en 1993, junto con sus vecinos Eslovenia y Bosnia Herzegovina. Este debut, tuvo doble valor al ser elegida en una preselección junto a otros países que participarían en futuras ediciones (Rumania, Polonia, FYR Macedonia y Eslovaquia) y porque lo hizo cuando estaba en plena guerra de los Balcanes enfrentado con sus países vecinos. Su presencia en Eurovisión se entiende como una manera de decir “estamos aquí, existimos y queremos formar parte de esta fiesta de la música”. Su trayectoria la podríamos definir en tres etapas: muy exitosa en los años 90, aceptable pero discreta en la década de los 2000 y errática desde el 2010 hasta la actualidad. A pesar de todo, ha sido un país que a través de sus canciones nos ha permitido conocer un poco más de su historia, su música, su cultura y su personalidad. Ha presentado 21 canciones, la mayoría dotadas de gran belleza, sensibilidad y magia. Se da el hecho de que es el único país de la ex Yugoslavia que ha participado ininterrumpidamente desde su debut y que ha tenido el honor de acoger una edición del festival cuando todavía formaba parte de Yugoslavia. A continuación, haré un pequeño repaso de lo que ha sido la trayectoria de éste país en el festival.

Uno de los rasgos más característicos de este país es el gran número de cantantes femeninas que ha aportado al panorama musical eurovisivo, las divas croatas Maja Blagdam, Doris Dragovic (que también representó a Yugoslavia cuando todavía eran un solo país), Lidija Horvat, Nina Badric,Vanna Ranilovic, por una parte y Severina Vuckovic, Vesna Pisarovic, y en menor medida Darja Kinzer y Claudia Beni, por la otra, han aportado canciones al festival que, si bien no eran del gusto de todos, han acercado diferentes visiones de lo que Croacia ha sido, es y será como país, una mezcla de sensaciones, de sentimientos, de un país que tuvo un pasado difícil pero que quiere abrir sus puertas al futuro. Con las primeras, conocimos la Croacia más melancólica, más romántica, más sentida, esa Croacia que mostraba todos sus sentimientos sin miedos, sin pudor y dejándose llevar por la expresión de sus voces (inolvidable el final de Nostalgija con ese efectista final), sus movimientos (digno de recordar el movimiento de brazos de Maja Blagdam) o que una canción también podía transmitir los mismos sentimientos cantada en inglés como con el tema The strings of my heart, primera canción que Croacia llevó al festival íntegramente en ese idioma. Todas ellas mostraban un romanticismo que no solo hablaba del amor como expresión a una persona, sino también de amor y cariño por su país, su cultura y sus raíces. Por otra parte, las segundas han aportado una Croacia más festiva y juvenil, con el simpático tema Moja stikla o los poperos Everything I want o Vise nisam tvoja ofreciéndonos otra visión del país que nos ocupa. Para mí, Severina siempre será una estrella de la Croacia más divertida y desenfadada.

Si hablamos de hombres, también destaca por sus solistas masculinos. Todos ellos verdaderos artistas no solo en Croacia, sino también en todos los Balcanes, además de bastante atractivos y con muy buenas y bonitas voces. Los cinco cantantes masculinos que Croacia ha presentado al festival nos han mostrado bellísimas baladas en croata (a excepción de Mr Mikulic) llenas de fuerza, ternura y pasión al mejor estilo balcánico. Boris Novkovic presentó un tema de corte étnico, muy bien interpretado y con esos sonidos tan característicos de su país que en algunos momentos, nos recordaban a esa Croacia de los 90 que luchaba año tras año por encontrar un hueco en el festival y que lo logró, en varias ocasiones. Aunque algunas de estas canciones nos gusten más o no gusten menos, no se puede negar que han sido cantadas por grandes artistas muy carismáticos y pasionales.

Si nos referimos a los grupos o dúos, Croacia, no se caracteriza por éste hecho y podríamos decir, que han sido su verdadero talón de Aquiles, y con los que ha obtenido sus mayores fracasos. Put y ENI en los años 90, Dado Topic y Dragonfly, Kraljevi Ulice ft 75 cents, Femimmen y Klapa Mora en los años 2000 han sido los representantes en este gremio. Con E.N.I,Dado Topic ft Dragonfly y Kraljevi Ulice ft 75 cents, nos quería enseñar un país capaz de mandar canciones más modernas, joviales y pegadas a una música más actual (por mucho que les moleste, las E.N.I siempre las consideraremos las Spice Girls croatas, grupo de muchísima fama en la segunda mitad de los años 90). El resto de grupos al igual que ya hemos comentado con los cantantes anteriores, nos mostraron una serie de baladas al más puro estilo balcánico, caracterizadas por su delicadeza y buen gusto. Mi opinión personal, es que creo que al menos Femminem merecieron pasar a la final por un tema de bellísima factura que presentaron, en contraste con un tema algo más intrascendente como fue el tema Call me

Sin duda, Croacia ha sido el país de la exyugoslavia con mejor palmarés en el festival, a pesar de verse superado en los últimos años por sus vecinos Eslovenia, Bosnia Herzegovina y sobre todo, Serbia. Hoy, Croacia nos lanza un adiós, que no sabremos si será definitivo o solo temporal. Una verdadera pena, para todos los que amamos la música de este país. Adiós Croacia, te echaremos de menos.