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Canciones que rompieron moldes en Eurovisión

carlosCarlos Quiles /

En la historia de Eurovisión han pasado muchas canciones intrascendentes, anodinas y olvidables, pero seguro que muchos de nosotros tenemos otras tantas que nos dejaron huella y años e incluso décadas después todavía permanecen en nuestra memoria. Es verdad, que Eurovisión ha tenido sus momentos de crisis, en donde todas las canciones parecían iguales pero no olvidemos que tampoco es una emisora de radio emitiendo los “hits” de más rabiosa actualidad. Desde aquí quiero ensalzar aquellas canciones que rompieron moldes en Eurovisión poniendo en cuestión la tan manida frase de “Eurovisión es algo casposo y pasado de moda”. Aunque solo es una pequeña representación, creo que la mayoría estaréis de acuerdo conmigo. Empezamos.

En el año 91, Suecia y Francia se disputaron el triunfo. Ganó Suecia pero para mí, Francia siempre fue la ganadora moral con su maravillosa C’est le dernier qui a parle qui a de raison, en la que la gran Amina Annabi nos introducía los ritmos árabes por primera vez, con unos movimientos sugerentes y sugestivos, una voz potente y versátil y un manera de cantar muy personal. Sin duda, mereció ganar porque ese año Francia nos introdujo en otras músicas, en otras culturas, en otros ambientes desconocidos para muchos, en esa época. En años venideros, lo intentaría con Kali o Marie-Line, y con resultados desiguales pero siempre intentando introducir nuevos estilos. Añoro la Francia de aquellos años y espero que vuelva con algo parecido algún día de éstos. Muchos se lo agradeceríamos.

amina91

En el 95, Irlanda celebraba un festival por tercera vez consecutiva y muchos presentaron sus mejores propuestas para bajarlos del trono y ganar. Noruega, fue ese caso. Con el tema Nocturne, casi instrumental (el violín como instrumento principal) y con tan solo 40 segundos de letra, el país nórdico nos introdujo en unos sonidos hipnotizantes acompañada de la embriagadora voz de Gunnita Vinneren, y nos trasladó a otro lugar en el que la música importaba más que la letra, la atmósfera más que el mensaje y la sencillez imperaba sobre el espectáculo. Polémicas aparte por su triunfo, ganó con justicia por presentar un tema diferente al resto en ese festival y ser una canción que seguramente muchos tendremos todavía en la memoria casi 20 años después. Por primera vez, Eurovisión se abría a la música New Age.

Tras un año de parón, el festival volvía a tierras irlandesas y podemos considerarlo al menos a nivel escénico y organizativo como el más moderno de esa década. Islandia quiso llamar la atención con un auténtico show en tres minutos gracias a la canción Minn insti dans y el cantante y showman Paul Oscar. Acompañado de cinco sexys mujeres con poses sugerentes, un sofá blanco y una estudiada coreografía estilo Robot, el país insular nos ofreció un verdadero toque de modernidad, una canción avanzada a su tiempo y contrariamente a todo lo visto hasta ahora por Islandia. No obtuvo muchos votos, ya que por aquellos años el top10 estaba plagado de clásicas baladas y esa ocasión no fue muy diferente. Aún así, Islandia marcó un antes y un después con esa participación. Contrariamente a lo que podría parecer, mientras otros países se han modernizado aportando nuevos estilos, Islandia sigue con sus bonitas y clásicas baladas en el festival.

paul oscar

El 98 fue para mí un paso atrás, con un festival también bastante clásico, muchas baladas y solo dos o tres canciones que querían mostrar algo diferente. Es el caso de Alemania 98, con el “ídolo de los jóvenes progres alemanes”(Uribarri dixit) y el tema Guildo hatch euch lieb (Guildo os ama). Para muchos (entre los que me encuentro yo, lo admito) un hombre de vestuario extravagante, que besa al público, que se sube por los andamios, que se pone a tocar campanas y que lleva zapatos de plataforma era un plato difícil de digerir (Urribarri dixit 2) pero creo que Alemania quería precisamente eso, mostrar algo rompedor, diferente a través de un cantante y una actuación gamberra, socarrona y divertida en los albores del nuevo milenio. En años posteriores, Guildo se quedaría en una simple anécdota. Obtuvo los votos suficientes para obtener una buena clasificación y es un tema que lo amas o lo odias pero no te deja indiferente. Conmigo, no lo hace, desde luego.

Vamos al año 2000, con el festival celebrado en Estocolmo y mostrando una vez más (al igual que con Loreen) que como país anfitrión Suecia quería marcar la diferencia. Por segunda vez, llevaron al gran Roger Pontare, esta vez en solitario y vestido totalmente de maorí y con una actuación con toques étnicos, mezclando el vestuario tradicional y milenario de esa cultura con elementos escénicos más actuales como el humo, el fuego o los juegos de luces del escenario. Solo lograron ser séptimos pero sin duda fue un espectáculo fuera de serie, que convirtió a este tema en uno de los más llamativos de ese año y a Roger Pontare como un cantante con mucha personalidad. Su tema When the spirits calling my name, está sin duda entre los mejores temas presentados por Suecia al festival y hay unos cuantos para elegir por parte de este país.

Roger+Pontare

Avanzamos unos cuantos años y llegamos al 2004, Turquía organiza por primera vez un festival y como buen anfitrión quiero seguir estando en el top5 y buscar algo que le diferencie frente a sus contrincantes. Decide traer al grupo Athena y su canción For real. Nos presentan un tema “ska”, con un grupo juvenil , divertido, muy carismático y con una canción de mucha calidad con una puesta en escena enérgica y buenrollista. Quedaron cuartos pero también rompieron moldes al presentarnos un nuevo estilo musical, no escuchado hasta entonces en Eurovisión.

En el 2008, fue muy celebrado debut de Azerbayán y lo hizo con un temazo llamado Day after day. La canción para mí es una maravilla, la puesta en escena con ese “combate” entre el ángel y el demonio, esos toques de ópera, esas bailarinas con o sin alas y ese efectista final, mostraron que este país venía para dejar huella en el festival y ganar pronto, como ha demostrado en los años venideros. Creo que es uno de los mejores temas que han pasado por Eurovisión en los últimos años y uno de los mejores del 2008, uno de los festivales de más nivel de la década, a mi modesto entender.

aze

Estas podrían ser algunas de las canciones que verdaderamente rompieron moldes en Eurovisión o al menos dejaron una huella imborrable en la retina de muchos eurofans. Por supuesto, se me han quedado muchas en el tintero y seguro que cada uno podría hacer su propia lista con sus propios gustos, pero espero que las que he nombrado, haya sido del gusto de todos o de casi todos.