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La preselección ideal

guilleGuille

Tengo serias dudas de si una preselección eurovisiva sirve de algo. Sirve, por ejemplo, para que te cabrees y prefieras que la segunda, tercera o última clasificada no se te vaya de la cabeza y vayas como alma en pena hasta el postfestival pensando que seguramente con esa canción el país habría llegado a la final y/o habría conseguido un mejor puesto.

Mi conocimiento de preselecciones es más bien escasi, así que no sé muy bien qué hago escribiendo de algo con lo que, en principio, no estoy muy a favor. He visto preselecciones españolas y austriacas y una vez me pilló un viaje en febrero en Malta (o Chipre, que ahora no recuerdo en cuál de los dos países vi una preselección…). Los resultados son decepcionantes en estos países: cutres, poco sabor eurovisivo y más bien pérdida de tiempo.

Me vais a matar, pero nunca he visto ni un minuto del tal Melodifestivalen ese que a tantos (¿todos? ¿casi todos?) os vuelve locos y que existe desde hace 51 años. Como se nos nota a los eurofan(e)s lo bien que cuidamos lo que nos gusta. La entrada de Wikipedia del Melodi es bastante completa.

No voy a hacer leña del árbol caído de la preselección española de este año, si es que la hubo y el misérrimo 6% de audiencia del ESDM Destino Eurovisión de este año no soñamos lo que vimos. Resultó ser una especie de gala de barrio con sillas de cine de barrio, eurojurado de barrio cercano y presentadora de barrio lejano (Carolina Ferré es a Eurovisión lo que Andreu Buenafuente a la OTI: mundos lejanos, no, lo siguiente; ni siquiera en el Tu cara me suena ha imitado a eurorepresentantes). Que me perdone José María Íñigo, pero sólo vive Eurovisión una semana de su año y su documentación es obra de manos ajenas; Roza de Ezpaña cuando es invitada a algo eurovisivo es para machacarle la ilusión que le hicieron creer a la pobre por su posible victoria; el representante italiano Marco Mengoni, por darle caché internacional y ganar votos del país de la pasta, ya que este año no partimos el bacalao sin votos portugueses, parecía más bien un gag de Martes y 13 que otra cosa hablando en itañol.

La verdad es que con la presencia de Warner en la representación española de Eurovisión en España deberían olvidarse de preselecciones: que nos digan la canción que va, a la vez que se publica la edición especial del disco de turno con la versión A, B y Z del supuesto éxito eurovisivo ya vale… Habrá que ver si el año que viene la Warner sigue perdiendo dinero (¿el contrato se renueva cada año?), porque creo que con nuestra europili, a pesar del buen resultado y lo potable de la presencia de Pastora Soler el año pasado, no creo que hayan sacado mucha tajada…

Al final sí he hecho leña del árbol caído… No nos podemos quejar en España de preselecciones: dos pedazos de iconos han caído en nuestras manos como presentadoras de galas preurovisivas, Raffaella Carrà presentando la preselección del 2008 y Alaska en la del 2009. Son palabras mayores, ya que estas dos pedazos de artistas (¡y olé!) son difíciles de ver presentando programas en la televisión española (y se las echa de menos, sobre todo a la Carrà, a la que a ver si con los años le entra el síndrome Lys Assia y aparece en Eurovisión no sólo presentando los votos de Italia…).

Cada uno tiene sus momentos favoritos de las preselecciones de los últimos años: las impagables Sandra Morey y Jennifer Rope del Eurocanción 2001 que hacen premios TP toda una vida a infumables presentadores como Santi Acosta o Jaime Bores (este vídeo es impagable); el desastre de votos de Misión Eurovisión de 2007; la caída al foso del músico de Amar en tiempos revueltos Pedro Martínez en Eurovisión 2009: el retorno o bien Anne Igartiburu acariciando al John Cobra en Eurovisión’10 Destino Oslo.

Está claro que faltan años para que valoremos a los que lo han intentado en estos últimos años como Coral, Mirela, etc. Pero con lo mal que va la música y lo mal que se nos da valorar lo lejano, está claro que quedaran como anécdotas más que como artistas valiosos.

Salvo en el porno… Parece que en el cine para adultos (ambos para público gay) andan metidos dos chicos que lo intentaron por España. Diego Cosío, inolvidable con esas cintas cantando el caroleño Invincible en 200 [ahora Claudio Ferrer] o Joss Ramiro (Sientes) [ahora Gael Goceva]. Voy a poner juntas la palabras eurovisión + porno para que entren a través del Google aquí. Si alguien sabe algo más de Eurovisión y el porno, que lo diga… No valen vídeos caserillos y fotos subidas sacadas de contexto como las de los ganadores Dima Bilan tapándose con el casco o Lena Meyer-Landrut en una piscina…

Visto lo soso, oscuro y de barrio de este año, casi se echan de menos frikadas koaleras, gateras, karmeleras para al menos crear expectación, sino, nos va a entrar la neura de que nos muevan Eurovisión a La 2…

Para acabar, dos hits que no eurovisivos, pero que casi lo fueron, los que me hubiera gustado ver en Eurovisión: el Eres un enfermo de las Supremas de Móstoles (de la preselección de 2005) y el Perfecta de Venus de la última girl band a la española (de la preselección de 2010). Así os vendo mi otro blog, La ficha rosa del trivial y me ayudáis a completar la lista de las girl bands a la española.

Lo que queda por estudiar es qué de verdad hay en esos supuestos artistas que alguna vez se planteó llevar España a Eurovisón: Juan y Junior, Parchís, Nins, Mecano, Luz Casal, Olé Olé, Objetivo Birmania, etc. Eso no hubieran sido preselecciones ideales, sino selecciones ideales, si es que hubieran ido a Eurovisión…