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Lo peor de lo peor (o lo mejor de lo peor) de España en Eurovisión

guilleGuille

Supongo que le habréis echado un ojo a la lista que han elaborado los compañeros de OGAE España, eligiendo a la peor de las representaciones españolas en Eurovisión. Pocas cosas nos gustan más a los que seguimos el mundo eurovisivo que una lista, más si sale de los propios fanes. Más morbo tiene si se trata de ver qué es lo que menos nos gusta, y más todavía si de lo nuestro propio. ¿Cuál ha sido la peor canción que nos ha representado a España en Eurovisión?

Un total de 220 socios votaron y el resultado estaba casi claro desde el principio: Baila el chiki chiki de Rodolfo Chikilicuatre (2008). Es cierto que esta canción se sale del resto, que fue un engaño buenafuentiano y que nos dolió el resultado, pero, desde el punto de vista internacional, es de esas canciones que todo el mundo recuerda. Ya le está pasando (y le pasaré más con el tiempo) como el friki austriaco de 2003 –Alf Poier-, la abuela bielorrusa de 2005 o el inenarrable ucraniano astronauta en papel Albal con estrella en la cabeza de 2007 –Verka Serduchka-). Es decir, que queramos o no, el Chikilicuatre va a quedar en la historia de Eurovisión (y desde el extranjero, sobre todo por lo no tan euro(tali)fanes, como uno de los más recordados).

También quedaba claro que la década 00, o los primeros años del siglo XXI, o como la llaméis, que no sé cómo decirlo, arrasaría, pues ocupa cinco puestos entre los diez primeros de las peores canciones de España en Eurovisión. Seguramente la presencia de las canciones enre los años 2000 y 2009 sea porque ha sido (bueno, desde el 2013, fue) una mala década, pero sobre todo porque recordamos lo más cercano y no tanto lo más lejano. ¿Cuál es la media de edad de los socios de AEV (o de OGAE)? Sería curioso saberlo. Lo mismo con la diferencia de sexos, pues el mundo eurofan es masculino. Alguien dirá: ¿y la orientación sexual?

Volviendo a la lista, representantes de entre los años 2000 y 2009 son los siguientes: Las Ketchup y su Bloody Mary(2006, segunda posición); Son de sol y su Brujería (2005, sexta posición); Serafín Zubiri y su Colgado de un sueño (2000, octava posición); Lucía Pérez y su Que me quiten lo bailao (2011, novena posición). El resto de puestos incluye también, claro estaba, algo de los años 90, como Antonio Carbonell, Ay qué deseo, 1996, tercera posición o Alejandro Abad, Ella no es ella, 1994, quinta posición.

Reconozco que las representaciones ochenteras de las peores de Eurovisión me duelen un poquito: el No estás solo de Patricia Kraus (1987, cuarta posición) no fue entendido en su momento, ni ahora, ni Patricia Kraus fue entendida como artista, ni ella misma parecía tener muy claro, qué hacía en Eurovisión. Más me duele que esté en los últimos puestos la canción que, como bien se afirma en OGAE Spain, el público en general no tan joven considera la peor canción de España en Eurovisión, el Quién maneja mi barca de Remedios Amaya (1983, séptima posición). Este fue el tema del cero histórico, el de Europa no nos entiende, el de Spain is diferent, el de “Con Franco no pasaba esto”. A Remedios Amaya ahora sí se la entiende y valora, y como prueba, la versión de su hit a cargo de los grandes del indiepop Hidrogenesse. ¿Alguien conoce más versiones de canciones de España en Eurovisión revisitadas? Es decir, llevar al terreno del artista que la canta la versión y que haga olvidar cómo era la original eurovisiva.

Tan interesante como lo peor de lo peor es lo mejor de lo peor, es decir, aquellas canciones en las que no se piensa tanto cuando se trata de valorar lo peor de España en Eurovisión. Es pronto para valorar el Pastorazo del año pasado, por eso, el Quédate conmigo del año pasado de Pastora Soler se va de rositas y no recibe ningún voto negativo, lo mismo que el Eres tú de Mocedades (1973), el La la la de Massiel (1968) -la otra ganadora por España, el Vivo cantando de Salomé (1969) solo se lleva un voto- o el Yo soy aquel de Raphael (1966). Estaba claro que estas iban a ser las más consideradas, sea por su éxito, sea por su calidad o sea por lo que significaron en su año para Eurovisión. Más curioso son las otras canciones que no han recibido ningún voto negativo: el Su canción de Betty Missiego (1979) es una de esas que se ama o se odia, y el potencial kitsch no ha podido con esta canción y así Betty logra ganar algo, después de su dolorosa derrota en el último minuto de la Eurovisión de ese año. Más curioso me parece el Lady lady de Bravo (1984), una buena canción en la travesía del desierto de Eurovisión en España de los años 80, con una valiosa tercera posición, pero que, fuera del ámbito eurovisivo, no es tan conocida (ni sabía yo que tan valorada).

Los resultados finales de esta lista se ven en este enlace de OGAE Spain. Más claro queda todavía con el vídeo en el YouTube en el que se ve de lo mejor a lo peor, para que os quedéis con lo peor de lo peor, o con lo mejor de lo peor… Lo que queráis. Es uno de esos viajes que se agradecen, pues mucha Euphoria y demás, pero hace falta perspectiva temporal para valorar lo que significa cada año Eurovisión…