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Un brindis al sol

La estrella que se encuentra en el centro del sistema solar es el Sol y a su alrededor orbita la Tierra y otros planetas, asteroides, meteoritos, cometas y polvo. El Sol, además de ser fuente de vida, ha sido fuente de inspiración de numerosas canciones eurovisivas. En esta entrada tendremos ocasión de conocerlo un poco mejor y de repasar los títulos eurovisivos dedicados al sol.

La radiación solar es uno de los tres factores que ocasiona la lluvia, junto a la presión y la temperatura. Dice la sabiduría popular que después de la tormenta siempre viene la calma, aunque en una ocasión alguien dijo que viene el sol, viene la lluvia (Kom sol, kom regn).

El 21 de marzo es el día del equinoccio de primavera. En esa jornada el sol recorre el ecuador saliendo exactamente por el este y poniéndose exactamente por el oeste; su declinación o ángulo que forma con el ecuador terrestre es cero, estando doce horas sobre el horizonte. El día que acaba el invierno el sol y la primavera (Sol och vår) se alían para abrir camino a la vida y a la juventud.

Lo que origina el invierno y el verano es la inclinación de la Tierra respecto a la órbita que realiza en torno al Sol. El solsticio (Solhverv) de invierno ocurre el 21 de diciembre en el hemisferio norte y es cuando tiene lugar la noche más larga del año. El de verano acontece el 21 de junio y sucede lo contrario: tiene lugar la noche más corta del año.

Si se siente más calor en verano que en invierno es porque los rayos solares, en verano, calientan más los sectores donde llegan en forma casi perpendicular a la superficie terrestre, y calientan menos donde llegan inclinados.  Es por ello que el sol de invierno (Sol de inverno) no tiene calor, como el corazón de una persona que ha perdido el amor.

El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse. Ante una edad tan respetable, lo cierto es que el sol no puede sorprenderse por nada porque a día de hoy no hay nada nuevo bajo el sol (Intet er nyt under solen).

Galileo Galilei fue el primer astrónomo que observó el sol mediante un método de proyección. Descubrió las manchas solares y pudo medir la rotación solar así como percibir su variabilidad. En la actualidad la actividad solar es monitoreada constantemente por observatorios astronómicos terrestres y observatorios espaciales, como la Agencia Espacial Europea o la NASA. Pueden causarse lesiones y quemaduras graves en los ojos observando el sol (Guardando il sole) directamente, o incluso la ceguera permanente. Por eso, los enamorados que deseen mirarlo, deben protegerse.

Circulan muchos mitos en torno a los amores del sol y de la luna. Son como una mujer y un hombre que viven un amor desgraciado y están condenados a no encontrarse jamás. Cuenta la leyenda que en una ocasión sí que pudieron consumar su amor y que de esa unión nació un hombre apuesto y fuerte. El dios Sol le entregó una lanza de oro con la que debía golpear todas las rocas que encontrara y allí donde se hundiera la vara de un solo golpe debía levantar una ciudad en honor del sol. Cuando cumplió su misión, los hombres de aquellas tierras llamaron “Inca” al hijo del sol, que en su lengua significaba “príncipe”. Circula otra leyenda en torno a una hija del sol (Je suis l’enfant-soleil) que se enamoró de un hombre de nieve llegado del norte.

El sol presenta una enorme cantidad de beneficios terapéuticos en los seres humanos: activa la vitalidad de los tejidos, refuerza los músculos y fortalece todo el esqueleto. Además actúa sobre los órganos profundos, como el hígado y el bazo, aportando mo­dificaciones en el número de hematíes y de leucocitos y aumentando incluso el contenido de hemoglobina en la sangre. A su vez, también las glándulas endocrinas reciben la acción beneficiosa de las radiaciones solares, pues la acción de la luz estimula no sólo el funciona­miento de la hipófisis, sino que activa todo el sistema endocrino. Bajo el efecto de las radiaciones solares se produce en la piel vitamina D, antirraquítica, y un aumento de la vitamina A. Hay que dejar, por tanto, que el sol brille en nuestro corazón (Lass die Sonne in dein Herz).

La mayor parte de la energía utilizada por los seres vivos procede del Sol, las plantas la absorben directamente y realizan la fotosíntesis. Son la base de la alimentación de los animales herbívoros, que a su vez sustentan a los carnívoros. Si el sol desapareciera, la oscuridad engulliría a la Tierra y haría un frío extremo. Es probable que los océanos se congelaran y que todas las formas de vida existentes en nuestro planeta murieran enseguida. Si los humanos consiguieran aislarse bajo tierra con un buen sistema para generar electricidad y calor, podrían sobrevivir. Pero en la superficie, el entorno seria de lo más inhóspito. Por eso, dejaremos que brille el sol (Laissez briller le soleil).

La mayoría de las fuentes de energía usadas por el hombre derivan indirectamente del Sol. Sin embargo, el uso directo de energía solar para la obtención de energía no está aún muy extendido debido a que los mecanismos actuales no son suficientemente eficaces. Los estados miembros de la Unión Europea constituyen la principal potencia mundial en lo que al desarrollo y aplicación de energías renovables se refiere. El Tratado de Maastrich asignó a la UE el objetivo de promover un crecimiento duradero y respetuoso con el medio ambiente. Que nos despierte, que nos caliente y que nos haga sentir el sol de Europa (Sole d’Europa).

Para quienes se pregunten dónde está el sol (Waar is de zoon?) les diremos que se encuentra en la Vía Láctea, una galaxia grande y de forma espiral que contiene otras 100.000 estrellas. La posición del sol en su galaxia es periférica puesto que se halla a 30.000 años luz del centro y a unos 20.000 del extremo. Para los humanos sería imposible visitarlo porque la capa exterior alcanza los 6.000ºC y la interior, los 15 millones de grados. Circula un viejo chiste que dice que para viajar al sol, lo mejor es hacerlo de noche.

Jacques dice:

¡Menuda rayada!