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Olevisión nº 50 – Flamenco

remedios amaya

Enviar una canción con raíces flamencas a Eurovisión siempre viene acompañado de posturas encontradas por parte de los eurofans. Para muestra, un botón: la última «lucha de divas» en la preselección española de 2009 entre Melody y Soraya equivale sin duda al enfrentamiento entre los defensores del flamenco como música étnica exportable (tal y como hacen en países como Grecia, Turquía o Estonia) y los que piensan en el festival como un show de música pop y disco. Que el flamenco ha aportado malas clasificaciones a nuestro palmarés eurovisivo es un hecho, pero que otros artistas de tendencia flamenca se han hecho famosos tras su paso de Eurovisión, es algo que no hay que olvidar. Nuestro compañero Isidro hacía un repaso por la historia del flamenco en Eurovisión en el nº 42 de nuestra revista, en otoño de 2007. Este repaso sirve también como reflexión sobre el papel que ha jugado nuestra música con más embrujo en el festival de nuestros amores. ¿Qué habría pasado si Melody hubiera ido a Eurovisión?

¡¡Un quejío, un llanto, un grito, un lamento!! El flamenco es todo sentimiento, por encima de un género de la música es toda una cultura alrededor de él, una gente, un sentir… sobre todo eso, un sentir.

El flamenco forma parte de la cultura española, y cuando afirmo española es eso, española, es lo que más nos identifica fuera de nuestras fronteras, y está muy mal considerado que sólo sea una rama de la música popular andaluza. Bien es cierto que nace en la parte oeste de Andalucía, pero pronto se extiende al resto de Andalucía, y a otros lugares limítrofes, como a Murcia, Albacete o Badajoz, lugares donde hay una gran tradición del y al flamenco. No en vano hay muchos cantaores del flamenco que no son andaluces como Porrina de Badajoz, que era de Badajoz, o Rafael Fariña, que era de Salamanca. También hoy encontramos a otros grandes de la rumba y el flamenco que son de otros lugares de España como Susi, que es de Alicante, o el gran Peret, rumbero catalán, y hablamos de la rumba que sin duda está basada en el flamenco. Esta música, tanto el flamenco como la rumba, se ha extendido como ninguna otra al resto de España, porque es seguramente la que los españoles a lo largo de los lustros y de las décadas han sentido como más dentro y más suya. Por eso el flamenco nos pertenece a todos los españoles, y también hoy en día al mundo entero.

La primera noticia que se tiene del flamenco es en 1774 en una de la Cartas Marruecas, de Cadalso.
Concretamente se sitúa su nacimiento alrededor del río Guadalquivir, lo que hoy podría ser Sevilla. Este género musical tiene, cómo no, influencias de varios pueblos que colonizaron esas tierras de sur peninsular, como la mora, goda, fenicia, romana, griega o judía, y sobre todo la influencia gitana, que han sido y son los mejores y más constantes seguidores y celosos defensores de este arte. Quizá por ello en las zonas españolas donde más abunda la comunidad gitana es donde el flamenco continúa siendo el principal arte musical que pervive y se siente. La época dorada del flamenco la encontramos en el siglo XX, en el que aparecen palos tan importantes como el «jondo» o los «jaleos extremeños». En el sur de Extremadura, concretamente en la bellísima localidad de Jerez de los Caballeros, aparece una modalidad de fandango que hoy en día está considerado uno de los palos del flamenco más difícil de cantar y más admirado por los flamencólogos.

No sólo el amor tan grande que le tengo al Flamenco, me ha hecho escribir este artículo. un día en una reunión de eurofans, alguien dijo que el flamenco no representaba a España y no tenía porqué ir a Eurovisión representándonos porque era algo que sólo representaba a Andalucía. En aquellos momentos recordé que había gente que había llevado flamenco a Eurovisión que no eran andaluces, y me puse en contacto con dos flamencólogos que me aclararon todo lo que anteriormente he dicho.

Al ESC sólo ha ido una canción que ni siquiera se puede considerar como flamenco puro, pero lo más parecido a la pureza del flamenco es sin duda «¿Quién maneja mi barca?’, que defendió en 1983 la grandísima cantaora de flamenco Remedios Amaya, gitana sevillana de familia pacense; hasta ese momento, la sevillana Conchita Bautista con «Estando contigo» y «Qué bueno qué bueno» habían exportado a Europa un flamenco descafeinado y moderno del momento, no teniendo demasiada buena acogida en el ESC sobre todo la segunda canción que llevó la artista allá por el 1965 que igualando a nuestro representante del 62 se colocaba con cero puntos en la última posición, que repetiría la ya mencionada Remedios Amaya en el 83.

El barcelonés Peret nos representa en el 1974 con una fusión nueva de un flamenco «disco» (rumba catalana) que comenzaba a surgir y escucharse comercialmente hablando en esa época de cantautores en España. Tampoco tuvo demasiada buena acogida y se tuvo que conformar con un discreto 9° puesto que para sí lo quisiéramos ahora que son más de cuarenta los concursantes.

Después de la tan comentada actuación y representación de Remedios en 1983, no hubo ninguna manifestación del flamenco o aflamencada en el ESC hasta 1990, aunque en 1988 La Década incluyó en su actuación abanicos y toques de guitarras y castañuelas en una canción pop, poniendo un toque español en su representación. Fue en 1990 cuando las hermanas Salazar,Encarna y Toñy, las Azúcar Moreno, gitanas de Badajoz capital, nos representan con una maravillosa canción con raíces flamencas fusionadas, con muy buen gusto, con la música pop de comienzos de esos años 90.

Quedaron en un honroso 5° puesto, puesto con el que soñamos alcanzar desde 1996, año en el que de nuevo nos representa el «nuevo flamenco»: una magnífica canción compuesta por Ketama y cantada por Antonio Carbonell, un madrileño que defendió una canción para la que Europa no tenía preparada sus oídos.

Sumidos después en baladas, algunas de calidad, llega 2001 en el que el nos representa un chico guapo de Teruel con una canción de corte latino en la que cobra la guitarra española una función muy importante, y exportamos a Europa la imagen española vistiendo al chico de negro y poniendo de fondo en la actuación del festival el color rojo que tanto nos representa, el vídeo de la canción fue grabado en Sevilla.

Fue en 2005 cuando las hermanas sevillanas de Son de Sol nos llevan una rumba fusionada con música pop a Ucrania. Ni que decir tiene que no triunfaron, tomando, imaginamos, desde ese momento la determinación TVE del no seguir apostando por un género, muy nuestro, pero que en Europa no tiene demasiada buena acogida.

Ya a nivel personal tengo que defender que el flamenco también es mío porque he bebido de esa cultura porque en ella me crié, rodeado de flamencólogos, artistas y con mucha alegría y arte, con esas reuniones típicas de amigos o familiares y porque en mi familia hubo cantaores que vivieron de ello durante toda su vida. Por ello, quizá, me haya visto «obligado» por conciencia gustosamente a escribir este artículo con el mayor de mis respetos.

Aprovecho estas líneas para invitaros al festival Flamenco que cada año se celebra en la localidad pacense de donde soy natural, del que habrá más información en otoño «Otoño flamenco». Se dice que esta localidad debe su nombre a que en ella nació el cante jondo.